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En pleno Sahara argelino, en medio de tierras inhóspitas, surge el verdor del oasis de M'zab, entre cuyos palmerales se elevan cinco ciudades, la Pentapolis, con Ghardaia como capital. Refugio durante siglos de una secta heterodoxa del islam, los mozabitas (comunidad de origen bereber) construyeron poblaciones coronadas por mezquitas, con una tipología urbanística que se remonta a la Edad Media y responde al rigor y austeridad de sus tradiciones. El valle de M'zab ha sido declarado desde 1982 patrimonio de la Humanidad. 12 fotografías on line de Carlos Molinedo |
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Indice de fotos Indice 1 |
Indice de textos 1 Emplazamiento 2 Breve historia 3 Recursos económicos 4 La comunidad mozabita |
5 La arquitectura del M'zab 6 Ghardaia 7 Melika 8 Bibliografía |
Vi una
pequeña esfera tornasolada, de casi
intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego
comprendí que ese movimiento era una ilusión producida
por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El
diámetro del Aleph
sería de dos o tres centímetros, pero el espacio
cósmico estaba ahí, sin disminución de
tamaño. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto... (Jorge Luis Borges, extractos de El Aleph) Vi un fértil oasis en medio del desierto entre cuyos palmerales y jardines se elevaban cinco antiguas ciudades: la Pentapolis. Vi que cada una de estas ciudades era un laberinto cuyas estrechas callejuelas trepaban en terrazas hasta alcanzar la cima, coronada por una gran mezquita. Vi a sus habitantes, celosos guardianes de las tradiciones, descendientes de bereberes que antaño fueron considerados heréticos y se refugiaron en este valle. Vi animados mercados y zocos en las calles, con mercaderes que ofrecían desde especias hasta alfombras, y todos los productos de la artesanía de Oriente. Vi innumerables pozos que irrigaban las huertas, y escuché la llamada canción del M’zab, la suma de los sonidos de sus mil poleas trabajando al atardecer. |
El Sahara argelino puede dividirse a grandes rasgos en dos depresiones de distinta altitud, separadas entre sí por un relieve central norte-sur llamado el M'zab o Mzab. El valle de M'zab es un importante oasis sahariano en la wilayah (provincia) de Oasis, a 600 kilómetros al sur de Argel. El oasis se extiende a lo largo del Ued Mzab, en una superficie de 4.000 ha, y está rodeado por chebka, un extenso terreno árido cruzado por cauces secos de ríos. Comprende la Pentapolis, cinco ksuro ciudades de distinto tamaño e importancia. Ghardaia es el principal asentamiento, mientras al-Ateuf es el más antiguo (1014). Beni Isguen (1347) es, sin embargo, la ciudad sagrada de la Liga Mozabita, no permitiendo pasar la noche en el interior de sus murallas a árabes, judíos o europeos. Melika (1350), poblada por africanos negros, alberga vastos cementerios. Bu Nura (1046), erigida sobre una roca que domina el lecho del río, es la más modesta de las ciudades. Indice de textos
Estas poblaciones deben su existencia a los ibaditas, un grupo religioso disidente, considerado como una secta herética, que logró agrupar algunos seguidores entre los bereberes, la etnia autóctona de la región del Magreb, y llegó a dominar en el siglo X el África septentrional (imanato de Tiaret). Huyendo de la persecución de los musulmanes ortodoxos, abandonaron sus viviendas en las llanuras de Tell Atlas y más tarde de Uargla, para instalarse finalmente en una zona más segura: el M'zab. Aquí, a principios del siglo XI, fundaron El Ateuf. En el M'zab esta fe puritana continuó floreciendo, gracias al rigor, el secreto y la abnegación de sus fieles. El valle de M'zab fue anexionado a Francia en 1882 y devuelto a Argelia en 1962. El conjunto de las cinco ciudades sumaba a mediados del siglo XX cerca de 30.000 habitantes, casi la mitad de los cuales vivía en Ghardaia, la capital. Hoy en día la zona supera los 100.000 habitantes. Indice de textos
Cada ksar posee su palmeral. Son de creación artificial y se remontan a los primitivos pueblos sedentarios del valle. Ocho kilómetros de cultivos de palmeras datileras son irrigados por un complejo sistema hidráulico de seis presas construídas a lo largo del río y sus afluentes para controlar sus fuertes crecidas. Innumerables pozos, de hasta 60 m de profundidad, con ingeniosos artilugios para el bombeo de agua por tracción animal (asnos y dromedarios) y una importante red de canales, garantizan la irrigación. Al sonido de las poleas de los más de tres mil pozos del valle lo llaman la canción de M'zab. El agua es aquí un bien precioso, y se miden cuidadosamente sus tiempos de consumo, a fin de que el líquido elemento sea repartido de la forma más equitativa posible. Hoy los viejos sistemas de bombeo están siendo sustituidos y automatizados mediante motobombas. La sombra de estos palmerales esconde jardines con árboles frutales, cereales, legumbres y hortalizas, así como plantas ornamentales. Los palmerales son también el lugar de descanso y de residencia estacional de los habitantes de la pentápolis, que poseen, más allá de los muros de color pan tostado que delimitan los huertos, mansiones y jardines a los que se mudan las familias para pasar los rigores del verano, en medio de los perfumes de los granados, las rosas y las violetas. Un sistema defensivo compuesto de torres de vigía asegura el avistamiento de posibles enemigos o de crecidas. Tratándose de un centro comercial del Sahara, el oasis sustenta sus recursos primarios en el cultivo de dátiles y en la artesanía. Aunque el valle parece un refugio ideal, la supervivencia de la comunidad depende del comercio desarrollado en otros lugares, de los comerciantes que envían las ganancias a casa, para mantener a sus familias del valle. Durante casi mil años, generaciones de mozabitas abandonaron su valle natal para marchar en busca de nuevos mercados. La mayoría de los mozabitas varones viajan al norte como comerciantes, para regresar a sus hogares a intervalos regulares. Sólo cuando hayan ahorrado suficiente dinero, volverán para quedarse definitivamente. Hoy son grandes latifundistas y realizan importantes inversiones en todo el Magreb, e incluso en Europa, controlando prácticamente la totalidad del mercado nacional. Ciertas actividades son monopolizadas por ellos, como la carne y las especias, hasta el punto de que en Argel a los comerciantes de especias se les denomina mozabitas. Por lo general no se permite a las mujeres salir del oasis. Además de ocuparse de los trabajos domésticos, las mujeres se dedican a la confección de tejidos de lana, ornamentados con dibujos geométricos y vistosos colores. Indice de textos
Los habitantes del M'zab son bereberes que hablan un dialecto particular cercano al kabilio. La población mozabita ha imprimido su carácter al oasis. También conocidos como Kharijitas (recusadores), rechazaron la autoridad de Ali, y formaron la primera secta islámica. Su sociedad excluye todos los demás grupos musulmanes y religiosos, y está basada en un código moral puritano, en la pureza de la fe, y en rituales secretos. El mozabita es celoso guardián de su intimidad. Las cinco ciudades son administradas por una asamblea de doce sabios (halqah de los Azzabas) que componen el Consejo de la Mezquita, la más elevada institución, que asume a su cargo todas las funciones religiosas. Otras instituciones de carácter religioso son las de los estudiantes o clérigos menores, que ayudan a la halqah en sus tareas, y los imasurdanes, encargados de los trabajos de mantenimiento de la mezquita. Además de en las religiosas, la población del M'zab se asienta en otras instituciones de carácter laico: la familia; la achira o fracción, que reúne a las familias descendientes de un mismo antepasado, y que es conducida por un consejo de sabios; la djemaa o asamblea, detentadora del poder ejecutivo municipal; y por fin el cadi, designado por la djemaa, que representa el poder judicial, si bien estos dos últimos han sido recientemente sustituidos en sus atribuciones por el gobierno argelino. Indice de textos
Es manifiesta la unidad arquitectónica de las cinco ciudades mozabitas. Sobre una colina rocosa, el casco urbano, rodeado de amplios cementerios, crece en torno a la mezquita que, desde su minarete, lo domina y lo unifica (Ver fotos 02 y 11). Las viviendas se construyen aterrazadas en círculos concéntricos alrededor del santuario, hasta llegar a las murallas que las rodean. Las casas cúbicas, rematadas por terrazas, son semejantes en dimensiones y concepto. Cubos encalados de azul pastel, pimienta, ocre (foto 05). El suelo está profundamente cavado con pozos para encontrar agua. Antiguas reglas de urbanismo preservan la intimidad y realzan la luminosidad (foto 10), determinando la orientación y altura de los edificios. Es una arquitectura austera y desornamentada, que refleja el riguroso purismo de la comunidad jariyi del M'zab argelino. Existen tres tipos de mezquitas en el valle de M'zab, que poseen funciones diferentes. Las mezquitas de las ciudades están generalmente situadas en las partes más altas de los ksury rematadas por un minarete de gran altura, cuyas funciones son la llamada a la oración y la vigilancia. Este alminar se caracteriza por su talud, que le confiere una afilada forma troncopiramidal (foto 09). La mezquita ibadita, dividida en varias secciones, no tiene más decoración que la armonía rigurosa de su estructura. Su desnudez decorativa de formas impecables creó escuela hasta en el Níger. La mezquita de Agades, por ejemplo, es un virtuoso logro que parte de la herencia ibadita norteafricana: la gran altura y verticalidad constructiva reflejan las aspiraciones del creyente. Grandes arquitectos de nuestro tiempo como Frank Lloyd Wright o Le Corbusier visitaron el M'zab y recogieron las influencias de su peculiar tipología arquitectónica y urbanística. Alrededor de las ciudades, en los cementerios, entre una infinidad de nichos y criptas, se levantan también mezquitas y áreas de oración, utilizadas básicamente los viernes de invierno para los rezos, la lectura del Corán y la distribución de alimentos. También los palmerales poseen sus mezquitas. Éstas, como las de los cementerios, carecen de minarete. A una veintena de kilómetros del valle, los oasis chaambas(como Metlili, que se levanta como una fortaleza dominando una roca) están poblados por nómadas semi-sedentarios, que se dedicaban antaño a saquear los pueblos del M'zab. Las ciudades del valle de M'zab han sido incluidas en 1982 como bien cultural en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Indice de textos
Capital del oasis de M'zab, se levanta en la orilla izquierda del ued M'zab (foto 01). Su fundación en el siglo XI d C (1048) es atribuída al sheik Baba Uld Djemma. La ciudad fue construída alrededor de la cueva (ghar)supuestamente habitada por la mujer santa Daia, a quien el sheik desposó tras descubrirla una noche cerca del lugar donde había plantado su tienda (la cueva es todavía venerada por las mujeres mozabitas). Esta etimología árabe del nombre de Ghardaia es considerada por otros como una mera leyenda; el nombre mozabita de Ghardaia sería en realidad Taghardeyt, que en bereber significa altura, acantilado o movimiento de terreno. Ciudad fortificada de planta elíptica, sus casas de adobe blanco y rojo se elevan en terrazas (foto 04) y arcadas hacia la mezquita con minarete piramidal del centro. Ghardaia está dividida en tres sectores amurallados. En el centro está el sector mozabita, construído alrededor de la mezquita y de una extensa plaza porticada, la Plaza del Mercado, donde se celebraba antaño el mercado de camellos. Esta plaza rectangular, rodeada de tiendas bajo arcadas, es uno de los lugares más pintorescos de la ciudad, con un mercado diario (fotos 06 y 07), en donde se pueden encontrar productos de artesanía tradicional o de fabricación moderna, alfombras del M'zab, bandejas de cobre, etc. Fuera del núcleo urbano central, esta plaza permitía el acceso a los extranjeros para sus actividades comerciales, mientras les estaba prohibido visitar el resto de la ciudad. Desde la plaza se puede ascender a la zona alta de la ciudad a través de un laberinto de estrechas callejuelas, entre las que destaca la calle del Zoco Ed-Dellada (foto 08), donde miércoles y domingos tiene lugar una almoneda o subasta pública. La gran mezquita, con aspecto de austera fortaleza, en la cumbre del núcleo urbano, lanza contra el cielo su estilizado minarete de 22 m de altura., rematado por cuatro pináculos (foto 02). El barrio judío se extiende al Este, con sus abundantes pozos y tiendas de artesanía, y el barrio medabiano al Oeste. Al sur están los complejos militares y sanitarios. Indice de textos
La más cercana de las cuatro ciudades que rodean a Ghardaia se eleva sobre un promontorio rocoso (foto 12) en la orilla izquierda del uedM'zab. Su nombre quiere decir la Reina, ya que en otros tiempos fue la ciudad santa de la Pentapolis. La estructura urbanística de Melika es muy semejante a la de Ghardaia y el resto de villas del oasis: un núcleo urbano muy compacto de casas sobre terrazas ascendiendo hacia la gran mezquita que corona el punto más alto del casco viejo con su minarete apuntando al cielo. En su vasto cementerio se hallan las tumbas de Sidi Aissa y de su familia, rodeadas de una moçalla o área de oración. Otras tumbas son identificables por medio de símbolos gráficos distintivos, como jarrones o piezas de alfarería. Melika es renombrada por sus bernus o túnicas abiertas oscuras de pelo de dromedario. Indice de textos ARGELIA PROFUNDA El valle de M'zab 8. Bibliografía - Keenan, Dr. Jeremy. Artículo Los
argelinos
(en V.V.A.A. Pueblos de la Tierra. Razas, ritos y costumbres. Tomo
8.
Salvat Editores, 1983) FotoCD04 ARGELIA PROFUNDA El valle de M'zab
FotoCD04 ARGELIA PROFUNDA El valle de M'zab Fotografías: © Carlos MolinedoRealizadas en Argelia (Valle de M'zab) Poblaciones: Ghardaia Melika www.fotoaleph.com |