Curriculum
Cursa estudios de diseño
gráfico
en la escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de
Barcelona
y en l'Escola de Disseny de Barcelona.
Estudios con los pintores Joan
Torres
Vives y Joan Estapé.
1983: Diversas exposiciones
colectivas
con procedimientos picto/escultóricos-instalaciones en "Can
Ricart", haciendo
un recorrido por la comarca del baix Llobregat (Barcelona).
Exposición colectiva de
óleos
en la "Gaviota" de Barcelona.
1984: Exposición/performance
balet contemporáneo en la Brassería "A" de
Barcelona.
1985: Finalista Certamen
Artes
Plásticas "Can Ricart", St. Feliu.
1986: Realiza
escenografías
para el grupo teatral "Borrás".
1987: Exposición de
trabajos
realizados con pintura flúor, instalaciones (arte conceptual) en
el casal de Jovenes "Transart", Centre d'Art Contemporàni de St.
Feliu.
1993/97: Colaboraciones
artísticas,
creación mascota 'flor galáctica móvil' para la
obra
teatral "Planeta Shakespeare", para la compañía
teatral
"Pluja Teatre".
1998: Finalista para el
"Premio
Nacional de Pintura Josep Segrelles". Publicación
catálogo.
Exposición colectiva en la
Nau
de la Música d'Albaida.
Exposición colectiva en el
Club
Diario Levante.
1999: Finalista en la "II
Biennal
Internacional d'Art d'Alcoi". Publicación catálogo.
2000: Exposición
colectiva
de pintura en la Sala Robado, de Gandia.
2001: Seleccionado
creación
logotipo imagen campaña CAV (Centre d'autoaprenentatge de
valencià),
de la Universitat Politècnica de València.
2002: Exposición de
pinturas
en el "Teatre del Raval", de Gandia.
2003: Colectiva "Arte Axuda
Galicia".
Publicación catálogo.
Colectiva Fundació Casal
Jaume
I La Safor-Valldigna.
Poseen obras: La
Fundació
Casal Jaume I La Safor-Valldigna.
Indice
Jordi Moliner,
de lo surreal,
expresivo y matérico
(Crítica
de Joan Lluís Montané, de la Asociación
Internacional
de Críticos de Arte)
Jordi Moliner
presenta
una obra que oscila de lo surreal a la figuración
contemporánea
pasando por creaciones simbólicas y matéricas. Su obra es
claramente matérica, con presencia de texturas, que potencian
contrastes
cromáticos, acentuando la expresividad de las
temáticas.
Sus obras se
caracterizan
por la diversidad de elementos, su multiplicidad de técnicas y
su
visión personal. Una visión que no está exenta de
ironía, de actitud de distanciamiento de la propia realidad. Una
actitud crítica, de análisis, que profundiza en los
vericuetos
de lo social, pero que no le importan los discursos políticos,
sino
más bien las posibilidades narrativas de la obra en sí
misma.
Aunque, claro está, estas posibilidades las provoca él
mismo
incluyendo elementos de collage para reforzar el aspecto más
narrativo
de su pintura. Hay cambios radicales entre pinturas elaboradas, con
tendencia
a la descripción, con presencia del detalle; mientras que, en
otras,
se decanta por la síntesis y el símbolo, dentro de un
proceso
de casi real abstracción, si no fuera por la presencia de
referencias
que se encuentran disimuladas entre una vastedad de componentes que
nutren
su obra.
En realidad su
capacidad
de inventarse a sí mismo a través de su pintura no acaba
aquí, sino que ésta sufre una continua evolución,
lo cual es lógico en un creador amante de la fantasía y
de
la experimentación. Existe un hilo conductor que no abandona su
producción a lo largo y ancho de la misma, que está
basado
en la presencia de lo inusual, en la existencia de personajes o
elementos
imprevistos. Esta imprevisión es lo que hace que su obra posea
una
gran capacidad de sugestión. Por lo tanto hemos de decir que la
pintura de Jordi Moliner tiene una gran variedad de temáticas
que,
poco a poco, se van hilvanando de forma espontánea. De
ahí
que su discurso no sea unidireccional y que su capacidad de asombrarnos
sea generosa. Sabe que su pintura está fundada en la posibilidad
del cambio y en la transformación continua. Tampoco busca
encontrar
la coherencia, sino expresar de forma austera sus veleidades, poner a
prueba
su capacidad de interrogarse y apostar por las composiciones un tanto
extrañas
como auténtica terapia de compromiso consigo mismo.
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