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Desde
los tiempos
más
remotos, el
ser
humano ha sentido la necesidad interior de peregrinar hasta los
confines
del mundo a la búsqueda de sí mismo y como vía de
autosuperación. Este atávico anhelo dio origen en Europa
al fenómeno del Camino de Santiago, que es algo más que
una
peregrinación a la tumba del apóstol, pues su destino es
alcanzar el fin de la Tierra: el Finisterre. |
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Indices
de fotos Indice 1 Huesca. Zaragoza. Navarra. La Rioja Indice 2 La Rioja. Burgos Indice 3 Burgos. Palencia. León Indice 4 León. Lugo Indice 5 La Coruña (Santiago. Finisterre) |
Indice de textos 1 El Apóstol Santiago Quién fue Los nombres del Santo 2 Las peregrinaciones Origen de las peregrinaciones Los Caminos de Santiago |
Camino de Europa Caminos jacobeos El Camino Francés El autor de la primera guía La orden de Cluny 3 La Orden de Santiago |
Vi una
pequeña esfera tornasolada, de casi
intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego
comprendí que ese movimiento era una ilusión producida
por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El
diámetro del Aleph
sería de dos o tres centímetros, pero el espacio
cósmico estaba ahí, sin disminución de
tamaño. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto... (Jorge Luis Borges, extractos de El Aleph) Vi a gentes venidas de toda Europa peregrinando rumbo al oeste con el fin de visitar la tumba del apóstol Santiago. Al hacerlo mantenían viva una tradición ancestral, pues seguían los pasos de predecesores que habían ya realizado ese viaje. Cuyo destino era el Finisterre, el fin de la Tierra, pero cuyo íntimo propósito iba encaminado al descubrimiento de uno mismo. Y al andar habían hecho el Camino. Y la Vía Láctea les había servido de guía. Y habían atravesado montes y ríos, y mares de trigo que se extendían hasta el horizonte. Vi los agrestes pasos pirenaicos, los casi mil kilómetros de distintos pero siempre hermosos paisajes de Aragón y Navarra, de Castilla y León y Galicia, que el Camino va enhebrando con su hilo invisible. Vi el Camino de Santiago, itinerario de un viaje interior a un extremo del mundo y a los límites del ser humano. |
1. El Apóstol Santiago |
Quién fue Los Evangelios dicen que Santiago fue hermano de Cristo (Mateo 12:46; Mateo 13:55). Evidentemente, la ortodoxia cristiana no admite la posibilidad de que Cristo tuviese hermanos. Hoy, se supone que 'hermano' quería decir de la misma sangre, quizá primo. Además, es posible que el nombre de Santiago correspondiera a tres personas diferentes: Santiago el Mayor, enterrado en Compostela, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, decapitado en el año 44; Santiago, hijo de Alfeo, también apóstol; y Santiago, primo de Cristo. Sobre la predicación en España, no hay muchos textos fiables. De Trinitate, de Dídimo, dice que "el Espíritu Santo inspiró a los apóstoles, al que predicó en Hispania y a todos los demás" (libro II, capítulo IV). San Jerónimo afirma que los apóstoles predicaron "desde el Ilírico a Hispania" (Comentarios a Isaías, XII, 42). El Breviarum Apostolorum, del siglo VI, dice que Santiago predicó en el occidente de Hispania, y que fue decapitado por Herodes y enterrado en Achaia Marmarica. 'Achaia' es un término muy oscuro, y el adjetivo 'marmarica' puede referirse a una comarca situada entre el Nilo y la Cirenaica. Al parecer, Santiago fue decapitado en Jerusalén en el año 44. Supuestamente, sus discípulos recogieron el cuerpo y, en una barca de piedra, cruzaron el Mediterráneo y llegaron a Galicia. Desembarcaron en Iria Flavia, hoy Padrón. Allí se conserva un ara romana a la que, según la tradición, fue atada la barca. Los nombres del Santo |
2. Las peregrinaciones |
Origen de las peregrinaciones Desde los orígenes del hombre han existido peregrinos que atraídos por un lugar sagrado determinado han ido en busca de salud física y espiritual, intentando acercarse a lo divino para alejarse de lo humano hasta extremos insospechados. Desde la Prehistoria, pasando por antiguas religiones del Asia Menor y Egipto, Grecia, Roma y el Islam, las peregrinaciones han estado indisolublemente unidas a la condición de los pueblos. Pero el inicio de la historia de las peregrinaciones cristianas se da cuando los cristianos intentan seguir los pasos de Cristo, después de muerto, en un intento por asemejarse a Él pisando los mismos lugares y mirando las mismas montañas. Las peregrinaciones a Roma que comenzaron con el culto a los mártires de las Catacumbas y a las visitas de los apóstoles Pedro y Pablo fue, después de Jerusalén, la que mayor atracción provocó hasta que se descubrió la tumba del Apóstol Santiago. Pero era el culto a las reliquias lo que al parecer hacía tener mucho más sentido al inmenso sacrificio que representaba aventurarse en tierras extrañas. Era una verdadera obsesión llevarse reliquias, y a falta de verdaderas ya que las tumbas debían de ser inviolables, se llevaban reliquias representativas. Polvo del camino, del templo o del santuario; musgo de las puertas de las iglesias o de las piedras que se suponían milagrosas; cera de las velas de los altares... Durante la primera época de las peregrinaciones debía besarse el sepulcro, pero a partir del siglo XV se construyeron capillas y retablos, que exhibían los relicarios de los Santos. Sin embargo, la meta era llegar al santuario y entrar en contacto con el poder sacral. Cumplida su promesa y habiéndose saciado de sacrificios, el retorno a casa era distinto y carecía de toda importancia. Así, muchos se quedaban en los pueblos y villas que encontraban a su regreso, instalándose para el resto de sus días. Indice de textos Los Caminos de Santiago Camino de Europa Caminos jacobeos El Camino Francés Indice
de textos La Orden de Cluny |
3. La Orden de Santiago |
La Orden de
Santiago se fundó
hacia 1170 o poco antes, reinando en León Fernando II. El
fundador
y primer maestre, don Pedro Fernández, era descendiente de los
reyes
de Navarra por línea paterna y de los condes de Barcelona por la
materna. Inmediatamente, atraídos por la piedad no menos que por
su alcurnia, se le juntaron algunos caballeros de la más alta
nobleza,
que, procedentes de los distintos reinos de la península, fueron
haciendo además donaciones de tierras, villas y castillos. El
mismo
Fernando II, en cuyo reino nacía una milicia que prometía
ser de tanta utilidad a la reconquista, ya que tenía como objeto
la defensa de la fe en la lucha contra el Islam, dio al principio
numerosas
posesiones a los nuevos caballeros. Pronto don Pedro hubo de pensar en la asistencia espiritual de sus seguidores y trató de hallar alguna comunidad religiosa que quisiera ocuparse de menester tan importante. En tierras gallegas, "próximo al lugar en que el río Loyo entra en Miño", había un monasterio dedicado a Santa María. Sus monjes eran canónigos regulares de San Agustín. A éstos hizo la proposición don Pedro Fernández. Ellos aceptaron y quedaron también incorporados a la naciente orden militar. Según algunos autores, los santiaguistas se llamaron al principio Caballeros de Cáceres, por haber sido esta ciudad extremeña, entonces del reino de León, el lugar donde se echaron los cimientos. Otros creen que llevaron el nombre de Caballeros de Santa María del Castillo y de la Espada. Lo cierto es que, después de la bula de confirmación y aprobación, dada en Ferentino, cerca de Roma, por el papa Alejandro III, en 5 de julio de 1175, ya siempre se les conoció con el nombre de Caballeros de Santiago, pues el de Caballeros o freires de Uclés, que en algunos documentos antiguos aparece, no prevaleció apenas. Texto: Eduardo Almajano |
EL CAMINO DE SANTIAGO
La ruta al fin de la Tierra
Fotografías y textos: Eduardo
Almajano
edualmajano@yahoo.es
Indices
de fotos Indice 1 Huesca. Zaragoza. Navarra. La Rioja Indice 2 La Rioja. Burgos Indice 3 Burgos. Palencia. León Indice 4 León. Lugo Indice 5 La Coruña (Santiago. Finisterre) |
Otra exposición de temas relacionados, en fotoAleph ESPEJOS EN EL CAMINO ![]() 24 fotografías de Pablo Cobos El fotógrafo santiagués Pablo Cobos nos propone en esta exposición un sugestivo juego visual. Dar un paseo por Santiago de Compostela a través del laberinto de espejos que la lluvia crea en el empedrado de sus calles. Espejos de piedra y agua que brotan al final del Camino y nos internan en un Santiago misterioso y evanescente, cuyos campanarios están sumergidos y sus torres se voltean y quiebran en ondulaciones. Un Santiago donde las puertas de las mansiones se abren al cielo y las ventanas a los abismos, los soportales hacen más profunda la oscuridad de la noche, y casi se puede tluna, atrapada en su reflejo. ¿Se atreve a acompañarnos en este viaje al otro lado del espejo? Otras webs sobre el Camino de Santiago Fondation
David
Parou Saint-Jacques Association
de Coopération
Interrégionale |
EL CAMINO DE SANTIAGO
La ruta al fin de la Tierra
Fotografías y textos: Eduardo
Almajano
edualmajano@yahoo.es
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