Tarraco,
la actual
Tarragona, creció en tiempos de los romanos hasta convertirse en
una poderosa
ciudad portuaria, con una cuidada planificación urbana, y
protegida por un gran recinto amurallado.
Importante centro administrativo y comercial del Imperio
Romano, beneficiada por su clima templado y su favorable
configuración geográfica, Tarraco fue embellecida con
numerosas construcciones monumentales (templos, palacios, foros,
anfiteatro, teatro, circo...) y dotada de infraestructuras de
ingeniería civil y militar
(murallas, puerto, acueductos para el suministro de agua, calzadas...),
cuyos restos conviven mezclados con los edificios
de la ciudad moderna y atestiguan la magnificencia que llegó a
alcanzar en su tiempo esta capital.
Tarraco fue también uno de
los lugares de la Península Ibérica donde desde
épocas más tempranas fue penetrando el cristianismo.
Para entrar, haga clic
en la foto del tema que le interese.
Más
información
|
El monumental
legado que la República y el Imperio romanos dejaron en la
provincia de Tarragona
|