Jugando con la
fotografía, la tipografía y el diseño
gráfico, y echándole buenas dosis de imaginación
creativa, Alfonso
Aguado nos
ofrece en esta exposición dos colecciones de imágenes que
son a su vez pequeños poemas visuales, utilizando como leitmotiv algo tan sencillo como
la presencia recurrente de la letra U.
Estos
poemas no se leen. Se ven. Y poseen la misma carga
metafórica y poder de seducción que la poesía
escrita. Por su minimalismo nos recuerdan a los haikus japoneses. Por su sutil
humor, a las greguerías de Gómez de la Serna.
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