Exposiciones fotográficas

El holocausto camboyano

Un viaje al corazón de las tinieblas


   No había yo visto nunca nada parecido al cambio que sobrevino en sus facciones, y espero no volverlo a ver. Oh, no me conmovió. Me fascinó. Fue como si se hubiera desgarrado un velo. En aquella cara de marfil vi la expresión del orgullo sombrío, del poder despiadado, del terror pavoroso; (Kurtz) gritó dos veces, un grito no más fuerte que una exhalación: "¡El horror! ¡El horror!"
  
   (Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas)

 

   El siglo XX tiene el triste mérito de haber sido el más mortífero de la Historia. (Ojalá que el siglo XXI no lo supere).
   Dos guerras mundiales ocasionaron más muertes entre la población civil que cualquiera de las guerras conocidas hasta entonces, con la eficaz ayuda añadida de un arma nueva: la bomba atómica estadounidense. Y los sucesivos genocidios que tuvieron lugar a lo largo del siglo en distintas naciones, por simples cuestiones de raza o de ideología, aumentaron el cómputo de inocentes asesinados hasta tenerlo que calcular por decenas de millones.
   De estos genocidios, los más devastadores, si nos atenemos al número de muertos que provocaron, fueron los cometidos por Lenin y Stalin en la Unión Soviética, Hitler en Europa, Mao en China y Pol Pot en Camboya.
   Mucho se sabe hoy día de los horrores del holocausto nazi, bastante menos de los genocidios soviéticos y maoístas, y poco o muy poco del genocidio camboyano.
   Y, sin embargo, el genocidio de Camboya supera a todos, si no en la cifra absoluta de muertes (que se estima entre dos y tres millones de personas), sí en cifras relativas, pues sobre una población de siete u ocho millones de camboyanos que había entonces, el porcentaje de muertos ronda el 25 por ciento de los habitantes del país. La cuarta parte de la población fue exterminada.
   Hay que tomar estos datos como provisionales, pues todavía hoy en Camboya se están descubriendo fosas comunes de aquel periodo y exhumando más y más cadáveres de víctimas de los jemeres rojos.
   También en un segundo aspecto el holocausto camboyano superó, o al menos igualó, a los otros: en la increíble crueldad con que los verdugos hostigaron a sus indefensas víctimas. No lo decimos nosotros, son los mismos camboyanos quienes comparan a los jemeres rojos con los nazis:
  
   Fragmento del texto de un cartel en el campo de exterminio de Choeung Ek:
   "Masacraron a la población con atrocidad y a gran escala. Fue más cruel que el genocidio cometido por los fascistas de Hitler".
  
   ¿Qué ocurrió en Camboya entre el 17 de abril de 1975, fecha de la toma de poder de la guerrilla Khmer Rouge (jemeres rojos) a las órdenes de Pol Pot, y el 7 de enero de 1979, fecha en que fueron derrocados por el ejército de Vietnam?
   Nos es difícil responder a esta pregunta, no sólo por la amplitud y complejidad del tema, sino porque se nos quedan cortas las palabras para describir tanto horror.
   Confiamos en que las fotografías que exponemos ayuden visualmente al espectador a hacerse una idea aproximada del infierno que vivieron los camboyanos bajo uno de los regímenes más totalitarios que se han dado en el planeta. Mostraremos imágenes de las cárceles, campos de exterminio, fosas comunes, instrumentos de tortura, armas, minas antipersona... con que los jemeres rojos masacraron a su propio pueblo, pero también y sobre todo imágenes de los rostros de las víctimas, los hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos que fueron torturados y salvajemente ejecutados en la Camboya de Pol Pot.
   Al mismo tiempo, acompañamos las fotografías de una selección de textos sobre el tema, entresacados de las más diversas fuentes: citas, párrafos, entrevistas, discursos, declaraciones, rótulos, canciones, consignas... que, aunque de forma fragmentaria, pueden ayudar a rastrear los hechos y a intuir el marco ideológico que propició semejante locura. En esta selección, presentada a modo de collage, daremos también la palabra a los mismos jemeres rojos, lo que permitirá constatar el gigantesco abismo que separaba sus teorías de sus prácticas.
   Para una mayor facilidad de lectura, los textos pertenecientes a Pol Pot y los jemeres rojos irán en rojo.
   Los textos procedentes de otras fuentes y autores (ver bibliografía) irán en azul.
   Para todos los demás textos, utilizaremos el negro.
     
   Debe de haber pocos gobiernos en la Tierra que más adecuadamente se ajusten al dicho 'el fin justifica los medios'. Los dirigentes jemeres rojos estaban movidos por la creencia de que habían sido dotados con una gran y escatológica misión que les autorizaba a usar todos los medios posibles, al margen de todas las leyes y costumbres humanas, para cumplirla. Su utopía desencadenó así violencia y muerte. Obnubilados por visiones del cielo en la tierra, estos líderes eran ciegos e insensibles al sufrimiento humano. Negando radicalmente el mundo que les rodeaba, fueron incapaces de distinguir la realidad de lo quimérico, como todos los psicópatas.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   El 17 abril 1975, Camboya emergió de cinco años de invasión, bombardeos y guerra civil, cuando su capital, Phnom Penh, sucumbió a los ejércitos guerrilleros conocidos como Khmer Rouge o jemeres rojos, que la habían estado asediando desde principios de año. La población de la ciudad incluía más de un millón de refugiados, venidos de sus hogares en áreas rurales. En el transcurso de la guerra civil, habían muerto tal vez medio millón de camboyanos. Las gentes de las ciudades, que no sabían mucho sobre los jemeres rojos, supusieron que la paz sería mejor que la guerra y que los camboyanos, trabajando juntos, podían reconstruir su país.
   Lo que sucedió a continuación tomó por sorpresa a todo el mundo excepto a los mandos jemeres rojos. (...)
   Tras vaciar las ciudades, la organización revolucionaria se embarcó en un programa de transformación social que afectó a todos los aspectos de la vida camboyana. El dinero, los mercados y la propiedad privada fueron abolidos. Las escuelas, las universidades y los monasterios budistas fueron cerrados. Ninguna publicación fue permitida; el servicio de correos fue clausurado; la libertad de movimiento, el intercambio de información, los adornos personales, y las actividades de ocio fueron recortados. Los castigos por las infracciones eran severos, y los reincidentes eran hechos prisioneros en duras condiciones, o matados. Se ordenó a todo el mundo realizar tareas asignadas para ellos por la organización revolucionaria. Para los habitantes de las ciudades evacuadas, estas tareas apenas tenían alguna relación con su formación o capacidades. En cambio, casi todos ellos se convirtieron en campesinos y se les hizo llevar idénticas ropas negras de algodón.
   (David Chandler, Brother Number One. A political biography of Pol Pot)
  
   Los jemeres rojos de Pol Pot pusieron (al príncipe) Sihanuk bajo arresto domiciliario y a continuación convirtieron Camboya en un 'campo de concentración' agrario sin la más mínima tolerancia hacia cualquier disidencia de la línea del Partido. Una arbitraria y despiadada matanza de sectores 'indeseables' de la población comenzó inmediatamente. No disponemos de estadísticas fiables, pero una estimación razonable es que entre uno y dos millones de personas (de una población de unos siete millones) murieron de hambre, enfermedad, exceso de trabajo, o en ejecuciones durante el genocidio jemer rojo. Los más duros ataques fueron contra los profesionales: maestros, doctores, trabajadores cualificados, monjes, y artistas –esencialmente todas las personas que la Camboya contemporánea necesita desesperadamente con el fin de reconstruir sus destrozadas economía, sociedad y cultura.
   (Amit Gilboa, Off the rails in Phnom Penh)
  
   En los primeros días después de la transformación de Camboya en Kampuchea Democrática, todas las ciudades fueron evacuadas, los hospitales desalojados, las escuelas cerradas, las fábricas vaciadas, el dinero abolido, los monasterios clausurados, las bibliotecas desmanteladas. Durante casi cuatro años las libertades de prensa, de movimiento, de culto, de organización, de asociación y de discusión desaparecieron completamente. Lo mismo ocurrió con la vida familiar cotidiana. Una nación entera fue secuestrada para ser asediada desde dentro. (...) La comunicación humana casi desapareció. Kampuchea Democrática era un campo de prisioneros a nivel estatal, y los ocho millones de prisioneros tuvieron que prestar servicios la mayor parte de su tiempo en confinamientos solitarios. Y un millón y medio de presidiarios fueron obligados a trabajar, a pasar hambre, y fueron apaleados hasta la muerte. ¿Por qué?
   El perverso silencio de Kampuchea Democrática tañía a muerto a finales del siglo XX, entrados ya en la era de la comunicación de masas. Pues Camboya estaba herméticamente sellada. Las fronteras estaban cerradas, las embajadas extranjeras y las agencias de prensa expulsadas, los periódicos y canales de televisión suprimidos, las emisoras de radio confiscadas, el empleo de lenguas extranjeras castigado. Aún peor, los camboyanos podían decirse muy poco los unos a los otros. Aprendieron enseguida que cualquier exhibición de conocimientos o habilidades, si estaban 'contaminados' por influencias extranjeras (como es lo normal en las sociedades del siglo XX), era una insensatez en la Kampuchea Democrática. De modo que el pueblo fue reducido a obedecer las instrucciones diarias. La memoria era tan peligrosa como beber leche.
   ¿Qué tipo de régimen era el que impuso tal revolución? ¿Y cuáles fueron las condiciones que propiciaron su emergencia?
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   Las interpretaciones del régimen de Pol Pot varían. Kampuchea Democrática declaraba ser 'el Estado Comunista Número 1'. A principios de los años setenta, el CPK (Partido Comunista de Kampuchea) había clasificado a Albania en primer lugar, seguida de China y luego de ellos mismos, mientras Vietnam era descrito como el 'Camarada Número 7'. En 1976, Kampuchea Democrática proclamaba estar 'de cuatro a diez años por delante' de otros Estados comunistas de Asia, habiendo 'saltado' del feudalismo 'a una sociedad socialista directamente'.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   ¿Qué es lo que tenían en mente Pol Pot y sus colegas?
   Este puñado de hombres y mujeres presidieron el movimiento marxista-leninista más puro y completo en una era de revoluciones. Ningún otro régimen trató de ir tan rápido y tan lejos. Ningún otro provocó tantas víctimas en la población del país.
   A un nivel, la revolución era un intento valiente y predestinado de un grupo de pensadores utópicos para liberarse del sistema del mundo capitalista, abandonar el pasado, y arreglar el futuro. Muchos radicales en otros países interpretaron así los acontecimientos de Camboya. A otro nivel, la revolución surgió de una malintepretación colosal de las capacidades políticas de Camboya, su libertad de maniobra frente a sus vecinos, y los intereses de los campesinos pobres en cuyo nombre se estaba haciendo aparentemente la revolución. A un tercer nivel, Pol Pot y sus colegas exhibieron sed de poder y una capacidad ilimitada de desconfianza. Creyéndose rodeado de enemigos, Pol Pot aprobó la tortura y ejecución de casi catorce mil enemigos (khmang) en el centro de interrogatorios de Phnom Penh, conocido por el nombre codificado de S-21. Y miles más murieron en las purgas regionales que puso en marcha en 1977. Muchos de los asesinados en S-21 eran miembros leales del partido. Las víctimas en otros lugares, en su mayor parte, parecen haber sido inocentes acusados de traición.
   ¿Cuáles fueron las fuentes de la revolución y de su extraordinaria violencia? Entre 1975 y 1979, quienes estaban en el poder en Phnom Penh declaraban con frecuencia que no seguían modelos extranjeros y que la revolución de Camboya era incomparable. De hecho, muchos de los slogans de Kampuchea Democrática –como 'tormenta de ataques', 'salto adelante', 'maestría de independencia', y 'tres toneladas (de arroz) por hectárea'– venían sin ser reconocidos de la China comunista, donde el régimen, en vísperas de la muerte de Mao Zedong en septiembre de 1976, estaba pasando por una fase peculiarmente radical. (...)
   En menos de cuatro años, más de un millón de camboyanos, o uno de cada siete, murió probablemente de malnutrición, exceso de trabajo y enfermedades mal diagnosticadas o mal tratadas. Al menos cien mil, y probablemente más, fueron ejecutados por crímenes contra el Estado. Decenas de miles perecieron en el conflicto con Vietnam, iniciado casi seguro por los jemeres rojos. (...) Claros paralelismos, y probable inspiración, pueden encontrarse en el Gran Salto Adelante de China en los años 50, en la colectivización soviética de Ucrania veinte años antes, y en las purgas en ambos países de 'elementos' considerados peligrosos para los líderes revolucionarios. En cierto sentido, lo que ocurrió en Camboya, aunque más intensamente, eran los procedimientos operativos habituales en países cuya política Pol Pot –o el 'Hermano Número Uno', como era informalmente conocido por sus subordinados– admiraba.
   (David Chandler, Brother Number One. A political biography of Pol Pot)
  
   En contraste, otro historiador, Michael Vickery, caracteriza a Kampuchea Democrática como una 'revolución campesina' anti-marxista, mientras que los propagandistas de Hanoi y sus protegidos camboyanos la veían como una desviación maoísta del marxismo ortodoxo.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   El objetivo último de polpotismo, al destruir la propiedad, las instituciones y las costumbres contemporáneas, era coaccionar a los modernos jemeres –de las ciudades en particular– para convertirse en tribus errantes bajo su dominio totalitario y devolverlos así a la Edad de Bronce.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)

 

 Algunos hitos en la historia de Camboya

- Prehistoria.  El territorio de Camboya es, en términos geológicos, relativamente reciente. Hace 5.000 años yacía bajo el mar, en una bahía del Golfo de Siam. Los depósitos sedimentarios del río Mekong rellenaron la bahía, y Camboya emergió de las aguas.
- Neolítico.  Se ha detectado la existencia de poblados lacustres.
- Siglos I-IV d C.  Florecimiento del reino de Funan, situado al sur de la península indochina. La economía se basaba en el dominio del agua (saneamiento de los pantanos). Indianización en los siglos I y IV. Religión brahmánica.
- Siglos V-VII.  Florecimiento del reino Chenla, situado al nordeste de los lagos. Economía basada en el dominio del agua (irrigación por presas y canales).
- Siglos VII-VIII.  Dominación de Java.
  
  
Imperio jemer (siglos IX-XIV)
  
- Siglos IX-XIV.  Periodo de Angkor, el más glorioso de la historia de Camboya. Construcción de Angkor Thom (la 'Gran Ciudad', ss. X-XI) y Angkor Vat (el 'Templo-Ciudad', s. XII). Finales del s. XII: máxima expansión geográfica, bajo el reinado de Jayavarman VII (1183-1201), incluyendo vastos territorios de los actuales Vietnam, Laos y Tailandia. Introducción del budismo hinayana (o 'del pequeño vehículo').
- Siglos XIV-XIX.  Periodo de decadencia. Camboya es desgarrada entre los thais y los vietnamitas. 1394: toma de Angkor, seguida de una guerra de cien años. 1431: la capital del reino se traslada a Longvek. 1593: nuevo traslado de la capital, a Udong. Aparecen los primeros colonizadores occidentales: portugueses, españoles y holandeses. 1841-1845: Camboya se convierte en provincia de Vietnam.
  
  
Protectorado francés (1863-1953)
  
- 1863.  El rey Norodom acepta el protectorado.
- 1884-1887.  Insurrección campesina contra las leyes de Charles Thomson, bajo el gobierno de Jules Ferry.
- 1907.  El rey Sisowath recupera las provincias de Battambang, Siem Reap y Stung Treng, anexionadas por Siam (actual Tailandia).
- 1941.  El príncipe Norodom Sihanuk llega al trono.
- 1953-54.  Independencia de Camboya. Derrota de los franceses en Dien Bien Phu (Vietnam). Partición del país en Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, siguiendo los acuerdos de Ginebra. Fin de la Indochina francesa.
  
  
El reino de Camboya (1953-1970)
  
- 1963.  Leyes de nacionalización y rechazo a la ayuda norteamericana.
- 1965-66.  Retirada de Estados Unidos de Camboya, al tiempo que envían tropas a Vietnam del Sur para preservarlo de la invasión comunista. El movimiento comunista jemer, fundado en 1951, manda una delegación a Pekín, y toma el nombre de Partido Comunista de Kampuchea (CPK).
- 1968-69.  Recrudecimiento de la guerra de Vietnam. Las tropas estadounidenses en Vietnam del Sur superan los 550.000 hombres, y lanzan ataques aéreos sobre los santuarios vietnamitas en Camboya.
- 1970.  Golpe de estado en Phnom Penh (18 marzo). El general Lon Nol, favorable a la intervención norteamericana, toma el poder. Destitución del rey Sihanuk.
  
  
La República jemer (1970-1975)
  
- 1970.  Proclamación de la República jemer (9 octubre). Sihanuk, desde Pekín, llama a la resistencia y anuncia la creación del 'Gobierno Real de Unión Nacional de Kampuchea' (GRUNK). Incursiones de las tropas estadounidenses y sudvietnamitas en Camboya. El Vietcong invade el territorio camboyano y ocupa el sitio de Angkor.
- 1972.  El general Lon Nol es elegido presidente de la República.
- 1973.  Firma de los Acuerdos de París y retirada de las tropas norteamericanas. El CPK enrola a la fuerza a los campesinos jóvenes en el 'Ejército Revolucionario de Liberación'.
- 1974.  Diciembre: comienzo de la ofensiva de los jemeres rojos contra Phnom Penh.
- 1975.  12 abril: Francia reconoce el GRUNK.
  
  
Kampuchea Democrática (1975-1979)
  
- 17 abril 1975.  Toma de Phnom Penh y llegada al poder del ejército revolucionario conocido como Khmer Rouge (jemeres rojos), bajo el mando de Pol Pot.
- 30 abril 1975.  Caída de Saigón, capital del vecino Vietnam del Sur, bajo las tropas del Vietcong, la guerrilla comunista de Vietnam del Norte. Derrota y retirada del ejército estadounidense del Vietnam. Saigón es rebautizada como Ho Chi Minh City.
- 1975.  Evacuación masiva de la capital Phnom Penh y de todas las ciudades de Camboya, forzada por los jemeres rojos. Implantación de una dictadura de inspiración maoísta, con el nombre de 'Kampuchea Democrática'. Abolición de la propiedad privada y colectivización de la agricultura. Comienzo de una 'purificación' ideológica que se extiende a todas las capas de la población.
- 1976.  Desmantelamiento de las 'redes provietnamitas'.
- 5 enero 1976.  Promulgación de la 'Constitución de Kampuchea Democrática' (leer texto). Khieu Samphan (el mentor de Pol Pot) es designado presidente, y Pol Pot primer ministro.
- 20 marzo 1976.  Primeras 'elecciones'.
- 2 abril 1976.  Dimisión del rey Sihanuk de sus funciones de Jefe de Estado.
- Junio 1976. Instalación en Phnom Penh de la prisión secreta y centro de torturas conocido como S-21 (Tuol Sleng).
- 9 septiembre 1976. Muerte de Mao Zedong.
- 1977.  China sostiene totalmente la economía de Kampuchea. Kampuchea Democrática entra en hostilidades con Vietnam. Ruptura diplomática entre los dos países.
- 27 septiembre 1977.  Discurso de cinco horas de Pol Pot, donde desvela ante el pueblo camboyano y ante el mundo entero que el Angkar revolucionario era, por supuesto, el Partido Comunista de Kampuchea, dirigido por él.
- 1978.  Como respuesta a una serie de incursiones jemeres en territorio vietnamita, divisiones del ejército de Vietnam invaden Camboya, ocupando las provincias al este del Mekong. 25 diciembre: ofensiva vietnamita a gran escala.
- 7 enero 1979.  Toma de Phnom Penh y derrocamiento del régimen de los jemeres rojos por el ejército de Vietnam.
  
  
Camboya, de 1979 a nuestros días
  
- 1979-1989.  Implantación en Camboya de otra dictadura comunista, esta vez de inspiración soviética, con un gobierno satélite de Vietnam, denominada 'República Popular de Kampuchea', con Heng Samrin como líder máximo. La agricultura continúa colectivizada. Alta inestabilidad económica, con hambrunas y miles de personas muertas en enfrentamientos. Medio millón de camboyanos piden asilo en Tailandia. Repliegue de la guerrilla jemer roja a las junglas de la montaña.
- 1983.  Nombramiento de Hun Sen (ex-jemer rojo y ex-ministro de asuntos exteriores) como primer ministro.
El holocausto camboyano- 1989.  Retirada oficial del cuerpo expedicionario vietnamita. Los Estados Unidos promueven un gobierno de coalición entre las antiguas organizaciones enfrentadas. Sihanuk pasa a ser rey y jefe de Estado. Su hijo, el príncipe Ranariddh, rivaliza con Hun Sen por el control del poder.
-1991.  Acuerdo de paz en París, a instancias de la ONU, entre las partes enfrentadas, para la creación temporal de un Consejo Nacional Supremo que gobierne el país, formado por autoridades de la ONU y delegados de las distintas facciones. Sihanuk, rey y primer ministro de Camboya, será el presidente.
- 1993.  Celebración de elecciones pluripartidistas, bajo la tutela de la ONU. El partido monárquico FUNCINPEC (acrónimo de 'Frente Unido Nacional para una Camboya Independiente, Neutral, Pacífica y Cooperante') gana las elecciones, alcanzando el segundo lugar el partido de Hun Sen. Formación de un gobierno de coalición de tres partidos, con dos primeros ministros. El príncipe Ranariddh como primer ministro y Hun Sen como segundo primer ministro. Nueva Constitución. Se restituye la monarquía: establecimiento del Reino de Camboya, con Sihanuk otra vez de rey. Numerosas deserciones entre los rangos jemeres rojos.

- Julio de 1997.  Hun Sen da un golpe de Estado contra el FUNCINPEC, y reemplaza en el poder al príncipe Ranariddh.
- Julio de 1998.  Nuevas elecciones (denunciadas como fraudulentas). Esta vez vence el Cambodian People's Party (Partido Popular de Camboya) de Hun Sen. Nuevo gobierno de coalición con Hun Sen como primer ministro y el príncipe Ranariddh como presidente de la asamblea Nacional.
- 1998.  28 de abril: Muere Pol Pot en una cabaña escondida en un remoto lugar (Anlong Veng) de las selvas del norte de Camboya, en circunstancias todavía no aclaradas.
- 1999.  Rendición de la mayoría de los jemeres rojos que se habían replegado a las montañas y las selvas para continuar con su acciones guerrilleras. Las tropas rebeldes son integradas al ejército camboyano. Empiezan a ser arrestados algunos líderes de los jemeres rojos.
- Julio de 2008.  En las elecciones parlamentarias (con numerosas irregularidades denunciadas por Human Rights Watch) vuelve a vencer el Partido Popular de Camboya, y Hun Sen renueva su mandato como primer ministro por otros cinco años.
- Febrero de 2009. Comienzo definitivo, tras superar numerosos obstáculos políticos, de los juicios contra antiguos líderes de la dictadura de los jemeres rojos, por las Cámaras Extraordinarias de las Cortes de Camboya, un tribunal internacional auspiciado por la ONU. Se sientan en el banquillo sólo cinco acusados. Kaing Guek Eav aka Kiev (alias Duch), el ex-jefe de la prisión secreta S-21; Nuon Chea, brazo derecho de Pol Pot; Ieng Sary, ministro de Asuntos Exteriores del régimen jemer rojo; Ieng Thirith, esposa del anterior y cuñada de Pol Pot; y Khieu Samphan, mentor de Pol Pot y presidente de 'Kampuchea Democrática'.
- Julio 2010.  El comandante Kaing Guek Eav (Duch) es condenado por el Tribunal Internacional para el Genocidio por 'crímenes de guerra y contra la Humanidad'. Duch, según los jueces, es responsable de la tortura de más de 15.000 camboyanos en la cárcel S-21, lugar donde se les interrogaba antes de ejecutarles en los campos de exterminio de Choeung Ek. La pena es de 35 años de cárcel, que quedará probablemente reducida a 19.

 

 La intervención de Estados Unidos

   Aunque fue autóctona, la revolución de Pol Pot no hubiera llegado al poder sin la desestabilización económica y militar que provocó Estados Unidos en Camboya, que empezó en 1966 con la escalada bélica norteamericana en el vecino Vietnam y llegó a su culminación en 1969-73 con el bombardeo masivo de las tierras de Camboya por los B-52 americanos. Este fue probablemente el factor más importante en el ascenso de Pol Pot. (...)
   En 1965 la guerra de Vietnam experimentó una escalada. Desde ese año hasta mediados de 1966, el número de soldados de las tropas norteamericanas creció de 20.000 a 300.000. Las fuerzas de Saigón también se incrementaron. (...) Todos estos soldados adicionales tenían que ser alimentados; y lo más importante: estaban perjudicando como nunca la producción de arroz de Vietnam. Grandes cantidades de arroz de Camboya empezaron a entrar de contrabando a través de la frontera de Vietnam con destino a los ejércitos de ambos bandos. (...)
   Unas 130.000 toneladas de arroz, el 40% de las exportaciones arroceras de 1966, fueron llevadas de contrabando a agentes comunistas vietnamitas y a círculos del mercado negro de Saigón.
   Igualmente importante: los comunistas vietnamitas estaban recurriendo crecientemente al uso del territorio camboyano como santuario a salvo del ataque norteamericano. (...)
   (En 1969) fueron arrojadas unas 100.000 toneladas de bombas sobre Camboya; se desconoce la cifra de bajas civiles. El objetivo de los Estados Unidos era destruir las fuerzas comunistas vietnamitas en Camboya o forzarlas a volver a Vietnam. (...)
   En marzo de 1973, los bombardeos se extendieron hacia el oeste para abarcar el país entero. Alrededor de Phnom Penh, tres mil civiles fueron muertos en tres semanas. (...) Días más tarde, se intensificó el bombardeo norteamericano, alcanzando un nivel de 3.600 toneladas al día. (...)
   El bombardeo de las tierras de Camboya continuó hasta finales de 1973, cuando el Congreso impuso un alto el fuego. Casi la mitad de las 540.000 toneladas de bombas había sido arrojada en los últimos seis meses.
   De las cenizas de la Camboya rural surgió el Partido Comunista de Kampuchea (CPK), de Pol Pot. Utilizó la devastación de los bombardeos y la masacre de la población civil como propaganda para el reclutamiento y como una excusa para sus brutales y radicales políticas, así como para sus purgas de comunistas moderados y de seguidores del rey Sihanuk.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   Un campesino camboyano se lamentaba en abril de 1973: "Los bombardeos pueden matar a algunos comunistas, pero matan a todos los demás también".
  
   Mam Lon, un mando del CPK en el Sudoeste, dice que cuando los T-28 y B-52 bombardearon su aldea, más de cien personas fueron muertas o heridas. "El pueblo estaba muy enfadado con los imperialistas", añade.
  
   Un nativo afirma que "a menudo la gente estaba indignada con los bombardeos e iba a unirse a la revolución".
  
   Chhit Do era un líder del CPK en Camboya del norte. En 1979 huyó del país. El periodista Bruce Palling le preguntó si los jemeres rojos habían utilizado los bombardeos para propaganda anti-estadounidense:
   "Oh sí, lo hicieron. Tras cada bombardeo, llevaban a la gente a ver los cráteres, para ver lo grandes y profundos que eran los cráteres... La gente ordinaria... a veces literalmente se cagaba en los pantalones cuando caían las grandes bombas y los proyectiles... Sus mentes se quedaban paralizadas y vagaban por ahí mudos durante tres o cuatro días. Aterrorizados y medio locos, estaban preparados para creer lo que les dijeran... Esto fue lo que hizo tan fácil a los jemeres rojos ganarse a la gente... Fue debido a su descontento con los bombardeos por lo que siguieron cooperando con los jemeres rojos, alistándose a los jemeres rojos, mandando a sus hijos a ir con ellos... (...) A veces las bombas caían y mataban a niños pequeños, y sus padres se ponían a favor de los jemeres rojos."
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime

 

La evacuación de las ciudades

   Los cuadros del Partido Comunista decían a los jóvenes campesinos víctimas de los bombardeos que "los pájaros asesinos" habían venido "de Phnom Penh" (no de Guam), y que Phnom Penh debía pagar por su asalto a la Camboya rural. (...) La indignación popular por los bombardeos estadounidenses, manipulada como era de prever por el CPK, fue fatal para los dos millones de habitantes de Phnom Penh, como también lo fue para los jemeres rojos moderados y para el régimen de Lon Nol. (...)
   Cuando evacuaron por la fuerza Battambang y Phnom Penh, las fuerzas del CPK contaron a la población que el éxodo era necesario porque los 'B-52 americanos' estaban a punto de bombardear la ciudad. La segunda fase de la tragedia camboyana había empezado.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   "¡Hermanos! Abandonad Phnom Penh por un breve periodo (pues tememos que los americanos podrían volver a bombardearnos)".
   (Requerimiento de los jemeres rojos a los habitantes de la capital, tras su toma de poder el 17 abril 1975)
  
   "El Angkar ordena a todo el mundo abandonar la ciudad inmediatamente... Si algún camarada rehúsa marcharse, será bajo su propia responsabilidad" (...)
   "¡No necesitáis llevaros muchas cosas con vosotros!"decían los altavoces–. "El Angkar sólo os pide marcharos por tres días. ¡Rápido! ¡Rápido! ¡Los americanos van a lanzar bombas muy pronto!"
   Las amenazas iban acompañadas de disparos para forzar a la gente a salir de sus casas y echarla a las calles.
   (Vann Nath, A Cambodian Prison Portrait: One Year in the Khmer Rouge's S-21)
  
   La decisión de evacuar Phnom Penh y todas las ciudades y pueblos, tras la victoria, había sido tomada por el Comité Central en una reunión secreta del Partido en febrero 1975.
  
   No debemos tampoco olvidar que el 17 ó 18 de abril 1975 esta orden se había convertido en el símbolo de todas las evacuaciones, ya que se promulgaron idénticas órdenes en todas las ciudades, grandes o pequeñas, a medida que iban cayendo bajo el control de los revolucionarios. A este respecto, la ciudad de Kratie era el modelo, pues ya había sido vaciada de sus ciudadanos a mediados de los setenta. En todas partes se especificaba que este "breve periodo" era sólo de "tres días", recalcando que esta orden había bajado de los más altos escalafones del Angkar (Angkar = la 'Organización' = Partido Comunista de Kampuchea).
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   Las ejecuciones en la ciudad (Phnom Penh) y durante el éxodo, principalmente de oficiales de Lon Nol, oficiales de policía, y oficiales de alto rango, pero también de civiles que desobedecían las órdenes de sus nuevos amos, llevarían probablemente a una cifra de muertos durante la evacuación de la ciudad de unos veinte mil.
   Todas las demás ciudades de Camboya, incluyendo las del Este, fueron evacuadas. (...) Cuando los jemeres rojos llegaban, anunciaban por altavoces que todo el mundo tenía que marcharse por tres días para evitar posibles bombardeos norteamericanos. (...)
   Algunas personas rehusaban dejar sus hogares; las casas eran demolidas con granadas e incendiadas. (...) los pacientes del Hospital Prey Veng fueron también evacuados, y los que no podían caminar eran asesinados.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   En una semana, los habitantes de Phnom Penh, Battambang, y otras ciudades fueron llevados por los jemeres rojos al campo y obligados a realizar labores agrícolas. Miles de evacuados, especialmente los muy jóvenes y los muy viejos, murieron en las semanas siguientes. Algunos supervivientes, caminando por regiones donde esperaban ser recibidos por sus parientes, estuvieron más de un mes en las carreteras. Cuando hacían preguntas a los jóvenes soldados fuertemente armados que les acompañaban, les respondían que obedecieran a la 'organización revolucionaria' (angkar padevat), que haría las funciones de 'su madre y su padre'. A los evacuados se les llamaba 'gente nueva' o 'gente del 17 de abril', porque se habían unido tan tarde a la revolución. Los residentes del campo eran conocidos como 'gente de base' y eran tratados con menos dureza que los demás.
   (David Chandler, Brother Number One. A political biography of Pol Pot)
  
   La evacuación de Phnom Penh fue caótica, con las diferentes facciones de los jemeres rojos dando órdenes contradictorias.

   Tropas llevando sandalias de caucho negro decían a la gente que tomaran sus cazos de comida y algo de arroz y que se marcharan. Los que se quedaran serían muertos a tiros. Muchos eran evacuados de sus hogares a punta de pistola. En otras partes de la ciudad, se le daba a la gente tiempo para empaquetar sus cosas o buscar a sus parientes; otros eran muertos a disparos por rehusar marcharse inmediatamente. (...) Enormes muchedumbres llenaron las carreteras moviéndose en masa bajo la presión. En cierto punto, los jemeres rojos lanzaron una granada M-79 entre la multitud. (...) La multitud entró en pánico, y la gente corría en todas las direcciones. (...)
   Someth May describe la escena: "Nos trasladábamos muy lentamente en el calor del día. Algunas personas acarreaban sus pertenencias a la espalda o en bicicletas. Otros tenían carros de mano que empujaban y tiraban. Había cyclos (carros movidos por bicicleta) sobrecargados con familias balanceándose sobre ellos, y los padres empujando. Los que teníamos coche éramos afortunados. Los niños gritaban que estaban siendo aplastados por la multitud. Por todas partes la gente perdía a sus familiares." Pacientes expulsados de los hospitales eran trasladados en sus camas de hospital por sus parientes, que "luchaban con las camas, como hormigas con un escarabajo", algunos "con su bolsa de goteo de plasma al lado. (...) Nunca olvidaré a un lisiado que no tenía manos ni pies, retorciéndose en el suelo como si fuera un gusano herido, o a un padre llorando que llevaba a su hija de diez años envuelta en una sábana atada alrededor de su cuello como una honda, o al hombre que tenía su pie colgando del extremo de una pierna a la que no le unía nada más que la piel."
  
   Al sur de la capital, Ouch Sruy vio a soldados jemeres rojos disparando a la gente que trepaba a los cocoteros y matando a otros que entraban en las casas en busca de provisiones para el viaje. "Dijeron que esto iba en contra de la moral, robar las propiedades de otros". Las ejecuciones llevadas a cabo en la ciudad y a lo largo de la carretera en varios puestos de control como Kompong Katuot ascienden a miles probablemente. Más de mil fueron muertos en el mismo Phnom Penh, incluyendo los oficiales que se rendían. Un hombre dice que vio un cadáver cada cien metros a lo largo de la carretera a Pochentong, posiblemente cien en total.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   Palabras de Pol Pot, en una entrevista (octubre 1978) concedida a una delegación del Partido Marxista-Leninista Danés, en visita por Camboya:
   "Durante la guerra civil (1970-75), la CIA y la KGB habían construido una red de agentes y espías, provistos de equipamientos y arsenales secretos... Pero los planes contrarrevolucionarios fueron destruidos de un golpe con la evacuación de los agentes al campo, donde no tenían las mismas oportunidades de organizar un contragolpe".
  
   En otras palabras, fue por este cínico oportunismo político, si no la total desconsideración por los derechos humanos más básicos, la barbarie total, por lo que casi cuatro millones de personas (más o menos el 40 por ciento de la población entera) fueron forzadas a salir a las carreteras en todo el país. Los revolucionarios constituían una minoría demasiado pequeña para controlar las ciudades. Pero esta táctica no sólo hizo que todos obedecieran ciegamente las órdenes del Angkar, sino que la caza de 'enemigos de la revolución' podía ser proseguida más fácilmente, o incluso inexorablemente intensificada, a pesar de que la guerra civil había terminado. (...)
   Todos los habitantes de las ciudades se vieron despojados de sus pertenencias, ya que la propiedad estaba colectivizada, de golpe y porrazo, y sin compensación. Al mismo tiempo, muchas familias fueron rotas, y todo el mundo fue desgajado de su propio entorno familiar. Todas las libertades civiles fueron abolidas. El acceso a centros sanitarios modernos fue brutalmente paralizado y los pacientes de hospitales fueron echados a la calle. Finalmente, todos los jefes de servicios administrativos y todos los oficiales del Ejército Republicano (del anterior régimen) fueron reunidos los días siguientes, siempre bajo falsos pretextos o para misiones imaginarias (como dar la bienvenida a Norodom Sihanuk, cabeza del nuevo Estado revolucionario hasta principios de 1976), y ejecutados en masa.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   Según Heng Samrin, "la gente fue evacuada al principio a los alrededores de la ciudad. No fue todavía evacuada a regiones distantes. Entonces, tras recibir el plan (del 20 mayo 1975), la gente fue evacuada a territorios remotos... Desde ese momento, fueron evacuados para siempre, no permitiéndoles vivir de nuevo en ciudades."
  
   Los desplazamientos forzosos de grandes masas de población de un extremo a otro del país fueron constantes durante toda la dictadura de los jemeres rojos, y esto se hacía sin tener en consideración los lazos familiares de los desplazados, desmembrando familias enteras:
   Los habitantes de ciudades que habían sido evacuados al Sudoeste y Este fueron reunidos de nuevo y enviados a las zonas más débilmente pobladas del Norte y Noroeste. Cien mil personas de la Región 22 en el Este fueron enviadas a través del Mekong al Norte. Cinco mil más viajaron en barco a Kompong Thom y después caminaron a Preah Vihear. Aumentaron la población del Norte hasta cerca de un millón. En el Noroeste, la Región 5, que tenía una población de 170.000, vio a otras 200.000 ó 210.000 personas llegar a principios de 1976. La población de la Zona Noroeste alcanzó 1.790.000, de las 908.000 que tenía en 1968. Unos 800.000 habitantes de ciudades fueron enviados al Noroeste.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   Líneas generales de propaganda distribuidas por el Centro del partido tras la evacuación de Phnom Penh (según Ouch Bun Chhoeun, entonces secretario diputado del CPK en la Región 21):
   1.  La gente de la ciudad había tenido una vida fácil, mientras que la gente del campo había tenido una vida muy dura.
   2.  La gente de la ciudad eran explotadores.
   3.  La moralidad de las ciudades bajo Lon Nol (el anterior régimen) no era pura y limpia como en las zonas liberadas.
   4.  La gente de la ciudad eludía el trabajo productivo.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)        

 

La conexión con China

   Con la deuda adquirida por China como contrapartida por los suministros prometidos de caucho camboyano, el CPK consiguió minas acuáticas chinas. Tendieron cables con minas a lo largo del río Mekong, haciéndolas emerger cuando pasaban las embarcaciones, barrenando docenas de ellas, para hostigar al régimen de Lon Nol. Estas y otras armas habían sido transportadas por los vietnamitas por la Ruta de Ho Chi Minh.
  
   Poco antes de la caída de Phnom Penh, el Regimiento 120 del CPK, que estaba asediando la ciudad de Takeo, recibió una abundante provisión de armas chinas: proyectiles B-40, ametralladoras, rifles AK-47, y munición. Los nuevos suministros elevaron la moral de las tropas, que tomaron Takeo el 18 de abril.
   (Ben Kiernan, The Pol Pot regime)
  
   Mao y Chu En Lai eran aduladores muy sagaces que arrullaron a los jemeres rojos como antes habían arrullado a Sihanuk, haciéndoles creer que ofrecerían protección a sus regímenes sin interferir nunca en sus asuntos internos. Además, tiraron de muchos hilos para manejar a su vasallo Pol Pot, mientras aseguraban que él y su revolución eran amos absolutos de Kampuchea Democrática.
  
   El así llamado internacionalismo revolucionario del régimen era de hecho una mera fachada. Mientras el Angkar mendigaba asesores técnicos, armas, favores comerciales y dinero del extranjero, en particular de la República Popular de China, en realidad se consideraba a sí mismo dueño de los modos de utilización de esos recursos.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   De una entrevista a Chung Tuang-weng, un miembro de la embajada china en Phnom Penh, publicada en el Bangkok Post el 1 mayo 1979:
   "El gobierno chino había enviado a Camboya unos 15.000 expertos en los campos de la agricultura, la irrigación y militar".
  
   Aunque los jemeres rojos afirmaban estar haciendo una revolución sin precedentes, incomparable, con las "manos desnudas", muchos de los métodos que eligieron y los términos que usaban para describirlos (...) fueron importados sin alteraciones de la China maoísta. (...) Frases tomadas del chino en la jerga de los jemeres rojos incluyen 'auto-confianza', 'ataque en tormenta' y 'gran salto adelante'. El patronazgo y la inspiración chinos fueron mantenidos ocultos ante el pueblo, pero era imposible esconder a los 'invitados' chinos del régimen. Más de cinco mil de ellos trabajaron en Camboya en la era de Pol Pot, suministrando sin trabas la experiencia técnica de la que el régimen alardeaba que era innecesaria para el triunfo de la revolución.
   (David Chandler. Prólogo a Pol Pot's Little Red Book, de Henri Locard)
  
   Fue Ieng Sary, el ministro de asuntos exteriores y la cara sonriente del Angkar para el resto del mundo, y el hombre de la República Popular China, quien difundió las mentiras del Partido para consumo externo. Más concretamente, fue su amable retórica sobre la necesidad de servir a la revolución la que sedujo a miles de jemeres en el extranjero para volver a casa; dos tercios de ellos fueron exterminados en los así llamados campos de reeducación.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   Los jemeres rojos, autoproclamados patriotas y verdaderos camboyanos, no inventaron nada y copiaron servilmente políticas que ya habían fracasado dos veces, a escala masiva, en la República Popular China. Reciclaron las doblemente fracasadas fórmulas maoístas (del 'Gran Salto Adelante' a la 'Revolución Cultural'), y, con la perversidad que les caracterizaba, aplicaron una vez más con diligencia estas desastrosas consignas –desastrosas excepto para el Angkar, que tenía un poder absoluto sobre los corazones y mentes de los camboyanos.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   Con el Angkar, daremos un Gran Salto Adelante, un prodigioso Gran Salto Adelante.
   (Slogan de los jemeres rojos)
  
   Este fue sin duda el slogan que más frecuentemente se escuchó durante la era de los jemeres rojos.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   La mayoría de los slogans, consignas, dichos y proverbios que los jemeres rojos trataron de incrustar en el pensamiento de los camboyanos estaban inspirados en la filosofía política del Gran Timonel Mao Zedong. Algunos eran incluso traducciones al pie de la letra de sus escritos.
  
   En la estela de la línea política de la Revolución Cultural de Mao, la lógica interna de la ideología de los jemeres rojos era la búsqueda del poder absoluto, no para un solo individuo, sino para un estricto soviet constituido por el Angkar. Como en el caso de Mao, la pretensión de elaborar nobles principios no era sino una treta para enmascarar los verdaderos objetivos del grupo. En la superficie, sus dichos parecen inocuos e incluso ingenuos, pero en el contexto de la política de Kampuchea Democrática no representaban otra cosa que un frío y despiadado maquiavelismo. No eran más que la tapadera de una teoría falaz y anti-humanista, imaginada por Marx y Engels, y puesta en práctica por Lenin, Stalin y Mao.
   Aunque Pol Pot no reveló oficialmente hasta septiembre 1977 que el Angkar era el Partido Comunista, y que él era su presidente, el Angkar nunca trató de ocultar que estaba usando la retórica comunista. A lo largo de los años, la única desviación que tuvo en su línea política fue cuando la camaradería revolucionaria que Saloth Sar (Pol Pot) y su grupo sentían por los vietnamitas se transformó en odio. Esta ruptura fue sin duda en parte debida a razones personales: los vietnamitas trataban a sus amigos como si fueran sus protegidos, con extrema condescendencia y oportunismo político. Los camboyanos iban sobre todo a servir a los intereses de la revolución vietnamita y su Federación de Indochina. Por contraste, los chinos no sólo adulaban a los revolucionarios camboyanos por su chovinismo (...), sino que también garantizaron a Pol Pot el derecho al poder absoluto a que aspiraba. A cambio de ello, él y su grupo abrazaron los puntos de vista maoístas sobre la revolución mundial, controlados por Pekín. Camboya serviría de trampolín para la revolución en el Sudeste de Asia y China iba a reafirmar su hegemonía milenaria sobre la región. (...) Irónicamente, la aceptación acrítica de Pol Pot del pensamiento de Mao estaba siendo promulgada en el momento preciso en que China estaba iniciando un lento proceso de desmaoización.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   "El fallecimiento del Timonel Mao Zedong constituye la más deplorable de las pérdidas, ya que él dedicó todas sus energías a proveernos de múltiples apoyos bajo todas las circunstancias, en nuestra lucha revolucionaria por la liberación de la nación y el pueblo. (...)
   "El Timonel Mao condujo personalmente la famosa Revolución Cultural y logró exitosamente destruir el cuartel general contrarrevolucionario y antisocialista de Liu Shao-chi, Lin Piao y Deng Tsiao-Ping. (...)
   "Su excelencia, el Timonel Mao Zedong recogió estas experiencias para ser añadidas a la literatura clásica del marxismo-leninismo, en la forma del Pensamiento de Mao Zedong, que es el más valioso para las revoluciones china y mundial en el presente y en el futuro. (...) Ilumina la literatura marxista-leninista y es inmortal."
   (Extractos del panegírico funerario pronunciado por Pol Pot, tras la muerte de Mao Zedong, en un mítin de masas celebrado en Phnom Penh el 18 septiembre 1976)
  
   (Pol Pot) igualmente ensalzó los éxitos del 'Gran Salto Adelante' en la reconstrucción de China, ignorando, o fingiendo no saber, que este sonsonete escondía un gran fracaso. Finalmente, en su conmovedora elegía, situó a este pensador (Mao) en el Panteón de los grandes profetas comunistas: Marx, Engels, Lenin y Stalin.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)
  
   Declaraciones del príncipe Sihanuk a Bernard Krisher, recogidas en Prince Sihanuk Reminiscences: World Leaders I Have Known, 1990, donde asegura que, para Mao, la pequeña Camboya se había convertido en el laboratorio perfecto para experimentar su visión utópica de una revolución total:
   Más tarde, (Mao) apoyó de todo corazón al régimen de Pol Pot. Ciego a sus excesos, sólo lo veía como la clásica revolución proletaria que toda su vida había soñado encabezar personalmente. Fiel a sus objetivos, hizo caso omiso del cruel extremismo de los jemeres rojos y mostró una fría indiferencia ante las bajas humanas que perpetraron.
  
   Si los jemeres rojos aplicaron las lecciones de Mao, incluyendo las más radicales, al pie de la letra, su feroz orgullo nacionalista les incitó a ir incluso más allá de los esquemas más salvajes del Gran Timonel. Tras la victoria, no dieron un respiro a la población, movilizándola bajo el concepto maoísta de la revolución continua. Ello implicaba la completa ruralización y la destrucción hasta la raíz de la vieja sociedad. Junto con la evacuación de todas las ciudades, abolieron el dinero, los mercados, los salarios, y lo colectivizaron todo, incluso la comida. Saltando abruptamente al comunismo absoluto, imaginaron que habían sido más listos que Mao, permitiéndose declarar que su revolución era auténticamente nacional y no debía nada, o así lo postulaban, a nadie
  
   Si la literatura tradicional demuestra cómo los camboyanos absorbieron 'ideas filosóficas indias', los jemeres rojos mostraron que podían combinar y usar formas de creencias y prácticas de la China maoísta. ¡Pero con un ligero matiz! En este caso, la cuestión no era fundar una nueva civilización, sino más bien –aparentemente– destruir una vieja. Adoptaban la pose de verdaderos patriotas y dieron muerte a un país y a una cultura; intentaron plantar la planta parásita del maoísmo en suelo de Camboya (...). Para los dirigentes, el verdadero objetivo era la esclavización mental de un pueblo entero o la robotización de una sociedad completa: cada individuo se convirtió en una pieza de una enorme maquinaria –el Angkar–, posiblemente el Estado más totalitario del siglo XX.
   (Henri Locard, Pol Pot's Little Red Book)

 

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El holocausto camboyano

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Fotografías: Eneko Pastor 
Realizadas en Camboya
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