Exposiciones fotográficas

Lugares de la Mancha de cuyos nombres quiero acordarme


   Pocas obras en la historia de la literatura habrán llegado tan lejos en el juego de interacciones entre la ficción y la realidad, en la descripción del brutal choque que se produce entre los ideales nobles y las miserias del mundo material, como Don Quijote de la Mancha.
   Cervantes creó un personaje imaginario que nos parece real y lo enfrentó con una realidad que se transfigura en un universo imaginario, una tierra donde las posadas son castillos encantados, las campesinas son damas de alta alcurnia, y los molinos son gigantes que voltean al viento sus largos brazos. Ese lugar existía y sigue existiendo, con todos sus contrastes y su austera belleza, pero desde que leímos la novela ya no lo podemos ver con los mismos ojos.
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