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Uzbekistán

Bujara, la ciudad rival


   Bujara (Bukhara, Boukhara) es una de las grandes ciudades históricas de Uzbekistán, capital del óblast o distrito administrativo del mismo nombre. Bujara significaba 'Lugar afortunado' en el antiguo idioma sogdiano. Esta ciudad, situada en el oasis de Bujara, en el delta del río Zeravshan, compite en la grandiosidad de sus monumentos con Samarcanda.
   Fue fundada alrededor del siglo I d C. Cuando fue ocupada por los árabes en 709, Bujara era ya un importante centro de comercio y artesanía. En los siglos IX y X fue la capital de la dinastía samánida. Su soberano Ismail Samani (s. IX) gobernaba sobre Transoxiana y Persia oriental, y Bujara rivalizaba con Bagdad como uno de los focos culturales del Islam. Poetas y estudiosos árabes, muchos de ellos bilingües, acudían a Bujara y contribuyeron a desarrollar la escritura persa, que ha sobrevivido hasta hoy con pocos cambios.
   La ciudad fue asediada por los qarajánidas, poco antes de caer bajo el dominio de Gengis Kan en 1220 y de Timur en 1370.
   A principios del siglo XVI fue conquistada por los uzbekos shaibánidas, que hicieron de la ciudad la capital del kanato de Bujara, incorporando en sus territorios gran parte de la antigua Sogdiana. Es en este siglo cuando Bujara alcanza el apogeo de su esplendor. Sus dominios abarcaban la mayor parte de la actual república de Uzbekistán, más las regiones septentrionales de Irán y Afganistán.
   Disfrutando del ambiente de una gran ciudad universitaria, se dice que en la década de 1790 Bujara acogía en sus madrasas a 30.000 estudiantes.
   En 1868 el kanato de Bujara se convierte en protectorado ruso y en 1882 es anexionado como estado al imperio ruso.
   En 1920 el kan de Bujara es derrocado por las tropas del Ejército Rojo, y en 1924 el kanato de Bujara es integrado en la República Socialista Soviética Uzbeka, hoy Uzbekistán. La ciudad creció rápidamente desde finales de los años 50 gracias al descubrimiento de gas natural en las cercanías.
   En Bujara todavía perviven algunos tipos de artesanía tradicional, como los brocados en oro y la metalistería.
  
  
Riqueza arquitectónica de Bujara
  
   Bujara es el ejemplo más completo de ciudad medieval existente en el Asia Central. El casco antiguo todavía mantiene en gran parte su tejido urbano primitivo, con sus mezquitas, madrasas, viviendas de ladrillo cocido al sol de tejados planos, y restos de los antiguos bazares cubiertos.
   La arquitectura indígena tradicional en adobe crudo y cocido experimentó una revitalización en el siglo XVIII. Las antiguas bandas caligráficas de escritura islámica se combinaron con entrelazados y arabescos hasta alcanzar niveles de virtuosismo en la decoración de los monumentos.
Uzbekistan   En el türbe o mausoleo de Ismail Samani ('La Perla del Oriente', s. X d C), el más antiguo edificio islámico de Bujara y uno de los más tempranos ejemplos de arquitectura funeraria musulmana, reposan los restos de los soberanos samaníes, la primera dinastía mahometana local. Tiene forma de cubo ligeramente troncopiramidal, con torretas cilíndricas macizas adosadas a las esquinas, y está coronado por una cúpula de 7 m de diámetro. El ladrillo cocido, además de ejercer funciones estructurales en muros y cubierta, posee una función decorativa con su disposición a base de entrantes y salientes, en diseño de 'cesta' (foto12). Está adornado en la puerta con el símbolo Zoroastro de la eternidad. Los peregrinos deben dar tres vueltas al mausoleo, rezando para cumplir con el fundador de la gran dinastía del Asia Central.
   En una extensa plaza popular en la cual se celebran diversos actos sociales se sitúa el conjunto monumental de Poy Kalon (foto09).
   A la izquierda se encuentra la madrasa Mir-i Arab, construida en 1535 por el sheik Abdullah, jefe religioso yemenita (foto10). Dos cúpulas azules torneadas con cerámicas de colores dibujando cenefas geométricas la culminan con fastuoso esplendor (foto08). La planta de la madrasa es la típica de cuatro iwanes en torno a un patio provisto de un centenar de celdas para alojar a maestros y estudiantes.
   A la derecha, la mezquita Kalon (o Kalyan), que alcanzó su aspecto definitivo en 1514, bajo el soberano shaibánida Abdallah I (1512-1539). Su planta responde al tradicional trazado de patio rectangular con los lados jalonados por grandes iwanes que sobresalen de la altura de las fachadas. La entrada se realiza a través de un pishtaq: un enorme portalón de arco decorado de azulejos. Se calcula que el interior puede acoger a 120.000 fieles.
   Junto a ella se yergue exento un magnífico (aunque de terrible memoria) minarete troncocónico de ladrillo, denominado 'la torre de la muerte' porque desde su cumbre se lanzaban a la plaza los condenados a muerte y otros impuros. Tiene 46 m de altura, data de 1127, y es el único elemento superviviente de la primitiva mezquita del siglo XII (foto10).
   La mezquita de Megok-i Attari, fundada en el siglo IX y reconstruida en el XII, es una de las más antiguas de Asia (foto13).
   La madrasa de Abdelaziz Kan (periodo uzbeko, 1645-1680, foto15) se levanta en disposición simétrica frente a la madrasa Ulugh Beg (1417). Es un edificio de grandes dimensiones, con las esquinas reforzadas de torretas cilíndricas, al que se accede por un monumental pishtaq revestido de azulejos polícromos con una bóveda de mocárabes en yesos de colores. El interior obedece a la distribución tradicional de cuatro iwanes en los centros de los cuatro lados de un patio rectangular.
   La construcción de la pequeña madrasa Chor-Minor fue financiada en 1807 por Khalif Niazkul, un rico mercader de origen turcomano. Esta madrasa se compone de un patio con fuente, una mezquita de verano y una insólita estructura de cuatro torretas coronadas por cúpulas de cerámica vidriada azul rodeando la cúpula central. Char Minar significa 'Cuatro Minaretes', pero sería un error confundir estas torres con los alminares de una mezquita ya que no tienen tal función y habría más bien que considerarlos un experimento arquitectónico. No existe ningún edificio similar en Asia.
   El casco antiguo de Bujara está circundado por una muralla de 12 km de perímetro y 11 m de alto, en la que está integrado el Ark o Ciudadela (fotos 16 y 17).
   La mezquita Bolo-Jauz posee un iwan con 20 columnas de madera de karagatch, que dan a la entrada una finura aérea e invitan a la plegaria (foto18). Su última construcción corresponde al siglo XIX.
   Otros monumentos históricos importantes de Bujara son la madrasa Kosh (s. XV, construida por Ulugh Beg, el príncipe astrónomo), la de  Kukeldash (s. XVI) y el Namazgah o lugar de oración al aire libre (ss. XIII-XVII).
   El Centro Histórico de Bujara fue declarado en 1993 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, cuyos informes califican este bien cultural como el más completo ejemplo de ciudad medieval en Asia Central, con un tejido urbano que ha permanecido prácticamente intacto hasta hoy.

 

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FotoCD98

Uzbekistán
Una república ex-soviética de Asia
 Central


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Ramon Pouplana Solé

   
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