El amanecer del budismo

010. Bodh-Gaya (Bihar, India). Monjes orando
A mediados del siglo III a C ocurrió un hecho que marcó un antes y un después en la historia de la India. El poderoso emperador Ashoka, de la dinastía maurya, se convirtió al budismo y el año 255 a C elevó esta fe al rango de religión oficial de su imperio (que abarcaba gran parte del norte de la India).
Ello fue consecuencia de la experiencia traumática sufrida por el emperador cuando fue testigo de la espantosa masacre desencadenada por la guerra que había emprendido para conquistar el reino de Kalinga (nordeste de la India). Ashoka, profundamente arrepentido, se dedicó desde entonces a propagar el budismo por toda Asia, construyendo monumentos en los lugares santos relacionados con la vida del Buda y erigiendo en puntos clave columnas monolíticas exentas, que llevaban inscritos en el fuste los llamados 'edictos de Ashoka', textos en los distintos idiomas (incluido el griego) hablados en cada lugar, en los que se defendía la filosofía búdica del ahimsa o no-violencia y se propugnaban valores como el amor, la verdad y la tolerancia.
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