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Persia rupestre

La necrópolis de Naqs-i Rustam



Localización: 6 km al nordeste de Persepolis
Naqs-i Rustam = 'Imágenes de Rustam'

 

   Cerca de Persepolis se eleva un imponente acantilado rocoso en cuyas paredes se hallan excavadas, a considerable altura, cuatro tumbas de monumentales dimensiones, muy similares entre sí (ver fotos 29 y 30 en fotoAleph, colección Persepolis). Este paraje se llama Naqs-i Rustam, y es el lugar de enterramiento de cuatro de los principales reyes del imperio persa aqueménida (s. V a C).
    Una de las tumbas lleva dos extensas inscripciones en escritura irania mostrando expresamente que se trata del sepulcro de Darío I el Grande, hijo de Hystaspes. La primera inscripción contiene la que podría calificarse como la 'autobiografía política' del rey (ofrecemos a continuación un fragmento), y la segunda vendría a ser su 'testamento teológico y moral'. 
Persia rupestre   "Si ahora quieres saber cuántos son los países que conquistó el rey Darío, mira a las esculturas de los que ocupan el trono. Entonces sabrás, entonces tendrás por sabido: la lanza de un Persa ha llegado muy lejos. Entonces tendrás por sabido: un Persa ha librado batalla muy lejos de Persia."
   (Inscripción en la tumba de Darío I, en Naqs-i Rustam)
   Las otras tres tumbas de Naqs-i Rustam no contienen inscripciones, pero por su monumentalidad y disposición se puede deducir que nos hallamos con toda probabilidad ante los sepulcros de los sucesores de Darío: su hijo y heredero al trono Jerjes I, su hijo Artajerjes I y su nieto Darío II Nothus.
  
   Tras la caída del imperio aqueménida, Naqs-i Rustam continuó siendo un enclave importante para los persas. A mediados del siglo III d C, los reyes sasánidas Ardashir I y su hijo Shapur I fueron representados en relieves monumentales esculpidos en la misma pared del acantilado donde habían sido excavadas las tumbas de los emperadores aqueménidas.
   Los sucesores de Shapur añadieron otros relieves al farallón rocoso, siempre debajo de las tumbas aqueménidas (foto07), como si quisieran reconocer la supremacía del glorioso imperio fundado por Ciro.
   Varios de estos relieves describen elaborados combates ecuestres, al estilo de los torneos que fueron comunes en la Edad Media (foto05). La épica nacional irania está llena de cuentos de caballería, destacando el célebre Shanameh, del poeta Firdausi (940-1021). La gente, que conocía estos relatos, atribuyó estas figuras ecuestres a representaciones del héroe legendario Rustam. De ahí puede proceder el topónimo de Naqs-i Rustam.
  

Paneles rupestres sasánidas en Naqs-i Rustam (de izquierda a derecha):
  
Investidura de Ardashir I
   El panel de la 'Investidura de Ardashir I' (224-241) retrata al primer rey de la dinastía, y es el más antiguo de los relieves sasánidas de Naqs-i Rustam.
   A la derecha se ve al dios Ahuramazda que está entregando el cydaris o anillo de poder a Ardashir, situado a la izquierda. Ambas figuras van montadas a caballo y pueden ser identificadas por sus respectivas coronas, que en todos los casos son distintas, tanto entre los dioses como entre los reyes. Las patas de los caballos pisotean enemigos derrotados: Artabanus, el rey de los partos, bajo Ardashir; Ahriman, la personificación del mal, bajo Ahuramazda.
   
Audiencia de Bahram II
   Pese a la relativamente menor importancia de Bahram II, existen en Irán no menos de diez relieves rupestres que hacen referencia a este rey sasánida, tres de ellos en Naqs-i Rustam.
   Este relieve, esculpido muy próximo al de la Investidura de Ardashir, describe una audiencia real. Bahram está en el centro y sus manos descansan sobre un gran espada, demostrando que lleva las riendas del gobierno. A la derecha, tres dignatarios rinden homenaje al rey; a la izquierda, otros cinco personajes, ataviados con diademas y curiosos tocados, dirigen su mirada hacia el monarca. Uno de estos últimos personajes ha sido identificado como el sumo sacerdote Kartir.
  
Victoria ecuestre de Bahram II
   Este relieve sasánida, de un estilo diferente al de otros relieves anteriores, se esculpió en la pared rocosa de Naqs-i Rustam debajo de la tumba atribuida al rey aqueménida Darío II. Muestra a Bahram II atacando a caballo a un enemigo tocado con un casco romano, que podría representar al emperador Carus. Junto a Bahram se ve a un portador de estandartes.
   
Victoria ecuestre de Hormidz II
   El panel escultórico de la 'Victoria ecuestre de Hormidz II' (302-309), hijo y sucesor de Narsés, fue emplazado inmediatamente debajo de la tumba rupestre aqueménida atribuida a Artajerjes. En un violento combate a caballo el rey sasánida atraviesa con su lanza al jinete enemigo, derribándolo por tierra (foto06). El personaje abatido podría ser Papak, rey de Armenia, o uno de los reyes kushanas de la India.
   En el registro superior de la composición había un relieve de Shapur II, hoy desaparecido (foto05).
  
Triunfo de Shapur I
   El panel muestra una escena ceremonial, en la que el rey sasánida, montado a caballo en actitud triunfante, recibe al emperador romano derrotado Valeriano y confirma a Filipo el Árabe como regidor del imperio romano (foto02). Este relieve fue tallado muy cerca de la tumba aqueménida de Darío I el Grande.
   En 244 las legiones romanas, con el emperador Gordiano III al mando, invadieron Mesopotamia y asediaron Ctesifonte, la capital de los reyes sasánidas. Fueron, sin embargo, rechazadas por las tropas de Shapur I. Gordiano murió en la contienda y el mando pasó a Filipo el Árabe, que se vio forzado a aceptar un tratado de paz con los sasánidas. Filipo, tras pagar un rescate, fue liberado y consiguió volver a Roma sano y salvo, dando pie a que Shapur manipulara los hechos como si el nuevo césar romano hubiera llegado al poder gracias al rey sasánida. A la izquierda del panel se puede ver (foto04) al emperador Filipo el Árabe, ataviado con la típica toga romana ondeando al viento, postrándose de rodillas ante Shapur a caballo.
Persia rupestre   El hombre que está de pie junto a él, a quien Shapur aferra del brazo, es el emperador romano Valeriano, que había sido capturado por los sasánidas en 260. El relieve describe, por tanto, en una sola escena dos acontecimientos históricos separados en el tiempo. En Bishapur se puede ver una versión más elaborada de este relieve, en la que aparece también Gordiano muerto.
    A la derecha, apostado detrás de Shapur, se ha identificado a Kartir, sumo sacedote zoroástrico, haciendo un gesto de saludo al rey. Esta efigie fue añadida posteriormente, durante el reinado de Bahram II (276-293).
  
Doble victoria ecuestre de Bahram II
   El panel de la 'Doble victoria ecuestre de Bahram II' fue esculpido justo debajo de la tumba del gran emperador aqueménida Darío I (foto07). El rey sasánida es identificable por su tocado provisto de alas de águila.
   El panel está distribuido en dos registros superpuestos (foto08). En el registro superior, Bahram II, a caballo, abate a un jinete enemigo que le hace frente. En el inferior el rey, lanza en ristre, combate a caballo contra otro enemigo. En ambos grupos escultóricos se ven sendos enemigos muertos bajo los pies del caballo del rey.
   La composición de estas escenas no puede dejar de evocar la imaginería que proliferó muchos siglos más tarde en el románico y el gótico, ilustrando combates entre héroes o duelos ecuestres medievales.

Investidura de Narsés
   El panel de la 'Investidura del rey Narsés' (293-302) está esculpido en la necrópolis aqueménida de Naqs-i Rustam entre la tumba de Darío I y la atribuida a Jerjes (foto09).
   En el centro de la composición resalta la efigie (foto11) del rey Narsés (o Narseh, hijo de Shapur I, que accedió al trono persa en 293, ya siendo rey de Armenia, tras rebelarse contra su sobrino-nieto Bahram III), recogiendo de manos de una figura femenina (foto12) el anillo de poder llamado cydaris, símbolo de la autoridad de la monarquía. No se sabe si la mujer representa a Shapurdojtak, la esposa del rey, o a Anahita, la diosa de las aguas y la fertilidad.
   Entre ambas figuras se distingue otra de menor estatura (foto10), que es la de un joven príncipe, probablemente Hormizd II, hijo y sucesor de Narsés. A la izquierda, detrás del rey, hacen acto de presencia otros grandes dignatarios de la corte, levantando las manos y alargando el dedo índice, en un gesto de respeto al soberano que se ve repetido en otros muchos relieves sasánidas.

 

Continuar:  Las 'cuevas' de Taq-i Bostan >>

 

FotoCD94
   
Persia rupestre
El arte de los sasánidas

Fotografías: Eneko Pastor
Realizadas en Naqs-i Rustam y Taq-i Bostan (Irán)

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