Candi Loro Jongrang
  
   El mayor y mejor conservado templo de Prambanan es el de Loro Jongrang o Lara Jongrang (foto 01 y siguientes), llamado también Candi Prambanan por su proximidad al pueblo. Es el último gran monumento del periodo javanés central y el mayor templo de Siva en Indonesia. Una obra que por la grandiosidad de su arquitectura y la calidad de su escultura rivaliza en méritos artísticos con Borobudur.
   Se dice que el Loro Jongrang fue mandado construir a principios del siglo X por Daksha (910-919), el rey de Mendang-Mataram, para contener los restos de su antecesor, el rey Balitung. El santuario estaría destinado a la deificación, bajo la forma de Siva, de este monarca.
   No es pues un templo budista, sino hinduista. Su diseño y estructura suponen una síntesis de los estilos arquitectónicos del norte y del sur de la India.
   Su planta general está formada por tres cuadrados concéntricos, escalonados en terrazas y rodeados de parapetos, a los que se accede a través de portalones por cuatro escalinatas orientadas a los puntos cardinales. En el cuadrilátero interior y más elevado se elevan los tres templos principales, consagrados a los dioses de la suprema trinidad del panteón hindú: Brahma, Vishnu, y Siva. Brahma es el dios de la creación, Vishnu el dios de la preservación y Siva el dios de la destrucción/renovación. De los tres edificios, el más importante y de mayor tamaño es el central, dedicado a Siva, cuya torre alcanza los 48 m de alto. Se halla flanqueado simétricamente a norte y sur por los santuarios de Vishnu y Brahma, ligeramente más pequeños que el de Siva.
   Hay que señalar que es muy inhabitual en el hinduismo la existencia de un santuario de Brahma: mientras hay millares de templos sivaítas y vishnuítas en todo el subcontinente indio, solo existen dos o tres templos dedicados a Brahma, y no se celebran festivales en su honor.
   El gran templo central de Siva es al mismo tiempo una representación de la montaña cósmica, ombligo del mundo y morada de la divinidad. En su interior se abren cuatro cámaras que albergan otras tantas estatuas. En la cámara principal se yergue majestuosa la estatua de Siva, de cuatro brazos y tres metros de altura, mirando al este. La cámara norte alberga la estatua de su esposa la diosa Durga Mahishasuramardini ('la que mata al demonio Mahisha' en forma de búfalo). De esta escultura deriva el nombre que dieron los lugareños al templo, Loro Jongrang, que significa 'Doncella Esbelta'. La cámara oeste contiene la estatua de Ganesh, el dios con cabeza de elefante, hijo de Siva. En la cámara sur está la estatua de Agastya (un sabio autor de himnos védicos a quien se atribuye la redacción del Rig Veda, el texto religioso más antiguo del hinduismo).
   Dentro de los templos de Vishnu y Brahma hay sendas estatuas de sus respectivos dioses tutelares.
   Frente a los templos de los dioses se levantan tres templos más pequeños a modo de pabellones de alojamiento de sus respectivas monturas o 'vehículos'. El toro Nandi, montura de Siva, en el pabellón de en medio, es una de las pocas esculturas zoomorfas exentas en piedra del arte indonesio antiguo. El águila (Garuda) es la montura de Vishnu. El cisne es la montura de Brahma.
   Otros dos templos más pequeños estaban emplazados junto a las puertas sur y norte. Se cree que pudieron ser los tesoros, es decir, los lugares donde se guardaban el oro y las joyas.
   En la terraza baja se levantan 224 templos, templetes y capillas (candi perwara), probablemente construcciones votivas, distribuidos ordenadamente en cuatro filas siguiendo claras normas de simetría, rodeado el conjunto por una muralla con cuatro puertas. Fuera del recinto habría diversas construcciones de material ligero, hoy desaparecidas, para el alojamiento de monjes y peregrinos. Se construyeron ermitas alrededor de Prambanan: una inscripción afirma que "eran bellas, con el fin de que fueran imitadas". Un estanque sagrado, lleno con las aguas desviadas de un río, fue instalado en este centro de peregrinaje para los preceptivos baños rituales de purificación.
   Los templos hinduistas de Prambanan enseñan gráficamente al devoto el sendero sivaíta a la salvación. Tal sendero está prescrito en la inscripción de 856 antes mencionada, que proclama que el rey practicaba el ascetismo, la forma de culto preferida por Siva. Prambanan, para los fieles hindúes –como Borobudur para los budistas–, era probablemente visto como un lugar de concentración y meditación, que reforzaba las aspiraciones ascéticas del devoto para ayudarle a encontrar la unión mística con Siva. El culto implicaba un homenaje al rey, que era parte del dios.
  
   Los templos de Prambanan no solo revelan los grandes conocimientos de arquitectura y de tecnología constructiva en piedra que poseían sus artífices, sino que están además profusamente decorados con un programa iconográfico que constituye uno de los más brillantes ejemplos de escultura religiosa hindú, figurando sus obras entre las más bellas de todo el arte escultórico indonesio. Cuatro escalinatas conducen a una galería de circunvalación que rodea los principales templos, protegida por un parapeto (erizado de pináculos en forma de stupas elongados, elemento procedente del arte búdico), cuyos paneles y nichos interiores y exteriores contienen una ingente multitud de estatuas en relieve describiendo personajes y escenas de la mitología hindú. Aparecen músicos, bailarinas, deidades flanquedas por servidores, guardianes de los puntos cardinales, árboles celestiales, animales reales (carneros, ciervos, gatos, monos, gansos, liebres...) y fantásticos (kinnari, kala, makara...).
   Es muy notable el cuidado naturalismo con que están esculpidos los personajes, todos ellos de rasgos diferenciados y dotados de una serena expresividad, así como el equilibrado sentido de la composición en las escenas de grupos. Méritos que se hacen más evidentes si recordamos que estas esculturas se adelantan en uno o dos siglos a la aparición del estilo románico europeo. La representación de los árboles, las rocas y el agua es más esquemática que la de las figuras humanas o animales.
   Pese a ser el Loro Jongrang un templo sivaíta, su iconografía corresponde a la mitología vishnuíta, siendo Krishna y Rama avatares del dios Vishnu. Así, en las balaustradas del templo de Vishnu se despliegan en sucesivos paneles diversos episodios del Kresnayana (la versión indonesia de la historia de Krishna). Alrededor de los templos de Siva y de Brahma los paneles de relieves describen escenas de la epopeya del Ramayana, en su versión indonesia, de autor o autores desconocidos.
   Veamos algunos ejemplos:
  
Visita de Hanuman a Sita
Foto27
   La reina Sita, esposa de Rama, ha sido secuestrada por el demonio de diez cabezas y veinte brazos Ravana, rey de Lanka (la isla de Sri Lanka). Hanuman, líder de los monos, visita en secreto a Sita en el palacio en que se encuentra prisionera, y le comunica buenas nuevas de Rama, que ha prometido lanzar sus ejércitos contra Lanka y rescatarla.
  
   (Hanuman:) Yo no soy lo que tú piensas, reina: disipa esa duda, y cree en mis palabras, pues jamás la mentira ha manchado mi boca. Como tú no ves en mí más que al mono, es natural que pienses así. Pero toma este anillo que lleva escrito el nombre del magnánimo Rama. Él me lo ha dado como signo que me acredite ante ti.
   La real cautiva recibió el anillo palpitante de felicidad, los ojos bañados de lágrimas, y se lo puso en la cabeza. (...)
   –¡Estoy contenta de ti, mono, y ojalá goces de larga vida! ¡Que seas feliz, tú que anuncias que mi esposo goza de buena salud!
   (El Ramayana)

El ejército de los monos
Fotos 28 y 29
   Hanuman recluta un ejército de diez millones de monos para atacar el reino de Lanka. Instalan sus campamentos en la orilla meridional de la India, frente a la isla.

   (Hanuman:) ¿Cómo atravesaríamos nosotros este mar inmóvil, refugio de los monstruos marinos? Indícanos el medio de franquear sanos y salvos con un ejército ese imperio de Varuna, soberano de los ríos. (...)
   (Lakshmana:) ¡Los dioses todopoderosos, el propio Indra, sería incapaz de conquistar Lanka sin tender antes un puente sobre ese espantoso mar, morada de Varuna! ¡No perdamos tiempo, y sometamos el mar con un puente! (...)
   En aquel instante las olas, al ímpetu del soberano de los ríos, se elevaron por millares y lanzaron a las nubes tiburones y cocodrilos. Erizado por multitud de olas monstruosas y cubierto por una mole de conchas, el gran manantial de las aguas se agitaba por un oleaje envuelto en humo.
   (El Ramayana)

Despertando al gigante Kumbakarna
Foto30
   El terrible Kumbakarna, hermano del demonio Ravana, duerme continuamente por castigo de Brahma. Ravana solicita a sus sirvientes que le despierten, para que se una a él en la batalla en defensa de Lanka.
  
   Los yatudanas producían un ruido enorme, como de borrasca, y sacudían los miembros de Kumbakarna, y, al propio tiempo que le sacudían y golpeaban, lanzaban agudos gritos. Terminaron por fatigarse, pero no podían despertarle. Por fin, intentaron un supremo esfuerzo. (...) Azotaron a los camellos, a los asnos, a los caballos, a los elefantes, con látigos y aguijones, e hicieron sonar con toda su fuerza timbales, conchas, tambores, y golpearon fuertemente los miembros del gigante con grandes martillos, con mazas, hasta con pilones elevándolos cuanto podían. Pero todo en vano: el tumulto no lograba despertar al magnánimo demonio.
   Entonces los noctívagos ensayaron un nuevo medio: hicieron venir a unas encantadoras mujeres adornadas con deslumbradores collares de piedras preciosas y perfumadas de olores celestiales (...)
   (El Ramayana. Apostillemos que solo este último método fue efectivo para despertar al gigante).

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FotoCD126

Los tesoros de la isla de Java

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Fotografías: Eneko Pastor
Realizadas en Prambanan (Java, Indonesia)

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