Colecciones fotográficas
Las ruinas de Palmyra

60. Palmyra al anochecer
Visitar de noche las calles muertas de Palmyra es un placer que en pocas ruinas del mundo se puede repetir, pues no existen aquí vallas ni vigilantes que lo impidan. Tadmor de noche une al hechizo envolvente de sus doradas columnatas, testigos aún firmes de un pasado de efímero esplendor, el misterio sobrecogedor de las tinieblas.
Las estrellas brillan con fulgor de diamante a través de la atmósfera pura del desierto. Si es comienzo de mes musulmán, la luna hace su aparición como un hilillo, un arco de luz apenas incipiente tras la fase de nueva, luna moruna del jardín de Alá, para proyectar una tenue claridad fantasmal cargada de aceradas sombras sobre este escenario de ensueño sumido en la penumbra. Las ruinas de Palmyra, oasis de mármol y oro, se sumergen poco a poco en una silente oscuridad y alcanzan así cada noche una segunda muerte.
© fotoAleph