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Patrimonio de la Humanidad

117. Siria. Damasco. Gran Mezquita de los Omeyas
Damasco (Dimashq en árabe) es una de las ciudades más antiguas de Oriente Próximo. De hecho presume de ser la ciudad más antigua del mundo que haya estado habitada de continuo hasta nuestros días, aunque este título se lo disputa también Alepo.
Los árabes de la dinastía Omeya hicieron de ella su capital, de 661 a 750 d C. Con la expansión de los omeyas se convirtió en una urbe próspera, capital de todo un imperio.
La mezquita aljama de Damasco yergue su inmensa mole en el corazón de la parte vieja. Es más antigua que la de Córdoba, de hecho una de las más antiguas del islam. Tiene un patio rectangular muy amplio con mosaicos y mármoles de colores, donde está el templete del 'tesoro' levantado sobre columnas y frisos expoliados del templo de Júpiter.
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