Colecciones fotográficas
Cien puertas a Tebas

190. Colosos de Memnon (orilla occidental de Luxor, Egipto)
Entre las leyendas griegas en torno a la guerra de Troya (que data de uno o dos siglos después del reinado de Amenhotep III), hay una referencia a un rey de Etiopía, país por entonces bajo dominación egipcia. Este rey, llamado Memnon, combatió a favor del bando troyano y se decía era hijo de Eos, o Aurora, la diosa del amanecer. En el mito homérico, Memnon cayó muerto bajo los golpes de Aquiles, que vengaba la muerte de Antiloco, hijo de Néstor. Pero su cuerpo volvía a la vida cada mañana a la vista de su madre la Aurora, cuando ésta le acariciaba con sus rayos, para entonarle un lastimero saludo.
El coloso mejor conservado es el del sur, habiendo sufrido el del norte el embate de un terremoto (año 27 a C) que, según Estrabón, lo derrumbó hasta la cintura. Se produjo a partir de entonces un fenómeno curioso: cuando, tras la humedad de la noche, la piedra del semiderruido gigante empezaba a calentarse con los primeros rayos del sol, emitía un sonido muy agudo que Pausanias comparó al del pellizcar de una cuerda de cítara. Debido a ello, el coloso norte fue identificado por los griegos como 'Memnon' (el otro no emitió jamás sonido alguno), pues 'cantaba' para llamar a su madre cada mañana.
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