Lisboa desde el tranvía 28

58. Belem. Monasterio de los Jerónimos. Claustro. Detalles de la decoración escultórica
El estilo manuelino, que coincide con la época de las exploraciones de nuevos continentes y nuevas rutas marítimas por parte de los europeos (con los portugueses a la cabeza), se caracteriza por su abigarrada decoración combinatoria de productos de la naturaleza como conchas, corales, algas, flores, hojas y frutas, así como cordajes y otros objetos del mundo de la navegación.
Estos elementos se entrelazan entre sí con gran fantasía cubriendo de finos relieves las columnas, balaustradas, arcos y ventanales de los edificios.
En el vano entre los arcos entrelazados, puede distinguirse un medallón enmarcando un navío a vela.
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