Lo que queda de las 7 Maravillas

24. Olimpia (Grecia). Reproducción moderna de la gran estatua de Zeus Olímpico
En el interior del templo de Zeus estaba entronizada la gran estatua de Zeus Olímpico. De unos 12 metros de alto (siete veces el tamaño natural), ocupando toda la altura y anchura de la nave central, mostraba al dios con la cabeza tocada con una corona de olivo, poblada barba, el torso desnudo y el manto cubriendo un hombro y las piernas, sentado sobre un trono cuyo respaldo sobresalía por encima de su cabeza. En la mano derecha sostenía una figura de oro de la diosa de la Victoria (Niké) y con la izquierda blandía un cetro de oro rematado por un águila.
Era lo que se conoce como una estatua "criselefantina" (moldeada en oro y marfil, técnica frecuentemente utilizada por los artistas griegos en las estatuas de culto). La carne era de marfil, las vestiduras y sandalias estaban recubiertas de oro, los objetos accesorios eran de oro macizo. El mismo trono era en sí un alarde escultórico: realizado con marfil, ébano, oro y piedras preciosas, su respaldo, brazos, patas y escabel estaban profusamente labrados con excelentes relieves.
La estatua fue realizada hacia 430 a C por el insigne escultor ateniense conocido como Fidias (ca. 490-430 a C), autor también de la gran estatua de Atenea Partenos custodiada en el Partenón (que data de 438 a C, también desaparecida). La colosal escultura de Zeus Olímpico provocaba una profunda impresión en todos los que la veían y las opiniones coincidían en que Fidias había logrado inmortalizar la imagen genuina del Zeus de Homero. Los escritores antiguos la consideraban como la obra maestra de Fidias.
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