Lo que queda de las 7 Maravillas

22. Éfeso (Turquía). Museo de Selçuk. Estatua de la diosa Artemisa
El interior cobijaba una gran estatua de Artemisa, realizada en oro, plata, piedra negra y madera de ébano. El original se ha perdido en los vaivenes de la historia, pero se conservan copias, dos de las cuales están expuestas en el Museo de Selçuk.
Henos aquí ante una versión de Artemisa distinta de las habituales representaciones griegas y romanas (en las que porta un arco y flechas), y que estaría más bien inspirada en la Magna Mater asiática: una diosa posando de pie, acompañada de ciervos, con los antebrazos tendidos hacia adelante, la cabeza ornada de un vistoso tocado, y el busto repleto de huevos que parecen glándulas mamarias (símbolo de fertilidad). En la religión griega, Artemisa (identificada con Diana por los romanos) era la diosa de los animales salvajes, la caza, la vegetación, y también de la castidad. Era asimismo protectora de los nacimientos.
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