Lo que queda de las 7 Maravillas
20. Éfeso (Turquía). Ruinas del Gran Templo de Artemisa, una de las Siete Maravillas del mundo antiguo
El Gran Templo de Artemisa, también conocido como Artemision, fue redescubierto en 1869 por el arqueólogo británico J. T. Wood en las afueras de Éfeso, a dos kilómetros al nordeste del monte Pion. El Artemision fue en tamaño el mayor templo griego de la antigüedad, y su fama traspasó todas las fronteras, no solo por sus descomunales dimensiones, sino por las magníficas obras de arte que lo ornamentaban.
Templo períptero de orden jónico, su planta rectangular medía 115 x 55 m, y sus columnas alcanzaban los 19 m de altura. Tenía tres filas de 8 columnas en la fachada oeste, dos filas de 9 columnas en la fachada este, y dos filas de 21 columnas en cada uno de los laterales. El pronaos y el opistodomos estaban también divididos por hileras de columnas, sumando en total 127.
El templo fue arrasado por los godos en su invasión de 262 d C, y ya nunca más fue reconstruido. Hoy poco más queda en el lugar que una columna relevantada y una vaca pastando. Las primeras excavaciones sacaron a la luz los escasos restos de la última fase del edificio, pero también se descubrieron los cimientos del anterior templo arcaico (construido por Creso), que difería poco del nuevo en la planta, y era similar en monumentalidad y belleza. Los restos escultóricos de ambos templos fueron trasladados al Museo Británico de Londres, donde actualmente se exhiben.
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