Cita en Venecia

39. Basílica de San Marcos. Bóveda de mosaicos con representación de la misma basílica
Nada puede compararse a san Marcos de Venecia, ni Colonia, ni Estrasburgo, ni Sevilla, ni siquiera Córdoba con su mezquita: es un efecto sorprendente y mágico. La primera impresión es la de una caverna de oro incrustada de pedrerías, espléndida y sombría, a la vez centelleante y misteriosa. ¿Estamos dentro de un edificio o dentro de un inmenso joyero?
Las cúpulas, las bóvedas, los arquitrabes, los muros están recubiertos de pequeños cubos de cristal dorado, fabricados en Murano, de un brillo inalterable, donde la luz titila como sobre las escamas de un pez, y que sirven de campo a la inagotable fantasía de los mosaístas.
Théophile Gautier. Voyage en Italie
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