La Ruta de la Seda

12. Bujara, Uzbekistán
El juego y, en mayor medida, el alcohol empiezan a ser un pasatiempo preocupante para una gran parte de la población de las antiguas repúblicas soviéticas, declaradas independientes en 1991.
Dejadas a su libre albedrío en esa fecha, sin el apoyo ni la tutela soviética, luchan desde entonces por buscar la forma de salir adelante. El comercio parece ser, nuevamente, la mejor alternativa, aunque las pobres economías centroasiáticas tengan poco que ofrecer. El intercambio, por ahora, se reduce a ganado y chatarra a granel por bienes de consumo chinos.
Pero lo importante es que algunos países afortunados (Turkmenistán y Kazajstán) cuentan con enormes reservas de gas y petróleo. La sombra de la Ruta de la Seda vuelve a planear sobre Asia Central.
© Pablo Strubell