En los últimos tramos del camino de nuestra vida llegarán nieblas –tenues y deshilachadas al principio, densas y envolventes más adelante– que irán cubriendo con sus sombras los paisajes de nuestra mente. Luego sólo nos quedará esperar la noche.
   El reportaje fotográfico que presentamos en esta exposición se compone de imágenes tomadas de la vida cotidiana de una persona paciente de la enfermedad de Alzheimer. Sus momentos íntimos, sus seres queridos, sus pequeñas rutinas, los objetos que la arropan, cargados de recuerdos a los que se aferra una memoria que poco a poco se desvanece en la nada.
   El fotógrafo Daniel Padró da muestras de una profunda sensibilidad a la hora de reflejar visualmente tan delicado tema. Sus imágenes destilan melancolía, pero también grandes dosis de afecto y ternura, logrando plasmar incluso algunos instantes fugaces de felicidad.
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