Exposiciones fotográficas

Templos de la prehistoria

El megalitismo en Inglaterra

 

   Hay una sensación de reconocimiento, como la de encontrar a un viejo amigo, que nos sobreviene a todos al enfrentarnos a grandes experiencias artísticas. Yo tuve la misma experiencia cuando escuché por primera vez una canción folklórica inglesa, cuando vi por primera vez el Día y la Noche de Miguel Ángel, cuando descubrí Stonehenge o tuve mi primera visión de la ciudad de Nueva York –la intuición de que ya había estado allí.
   Ralph Vaughan Williams

 

   Stonehenge es uno de los más grandes y mejor conservados monumentos prehistóricos del mundo, tanto por el descomunal tamaño de sus monolitos, como por la sofisticación de su diseño arquitectónico en círculos concéntricos y la precisión con que éstos fueron erigidos. Avebury, a pesar de ser menos conocido, alberga el círculo de piedras prehistórico más extenso del mundo.
   Estos complejos debieron tener un significado muy importante para quienes los crearon –los hombres del Neolítico y la Edad de Bronce que habitaban las llanuras del centro-sur de Inglaterra–, habida cuenta del prolongado periodo de tiempo y el ingente esfuerzo que invirtieron en su construcción. Sus restos nos invitan a una mirada retrospectiva sobre las prácticas ceremoniales, los ritos funerarios y los conocimientos astronómicos de esa remota época.
   Stonehenge, Avebury y otros sitios asociados de Inglaterra fueron incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1986.
  
  
Stonehenge
Stonehenge  
   El más célebre de los yacimientos megalíticos de Inglaterra está situado en un despoblado a unos 13 km al norte de Salisbury, condado de Wiltshire.
   El santuario de Stonehenge consiste en una estructura redonda de enormes bloques de piedra, construida durante el periodo Neolítico y la primera Edad de Bronce (entre 3100 y 1400 a C aproximadamente). La estructura se compone de megalitos verticales a modo de menhires, distribuidos en círculos concéntricos, soportando bloques horizontales a modo de dinteles, perfectamente ensamblados a los verticales (foto02).
   Pese a que actualmente se ha convertido en costumbre que cada solsticio de verano se reúnan en el lugar grupos de gentes para montar celebraciones 'druídicas', la supuesta relación entre Stonehenge y los druidas no tiene fundamento histórico. Las interpretaciones modernas del monumento se remiten principalmente a las excavaciones llevadas a cabo por la Society of Antiquaries of London desde 1919. En 1920 el geólogo H. H. Thomas, del Geological Survey of Great Britain, demostró que algunas de las piedras usadas en la construcción de Stonehenge fueron extraídas en los montes Prescelly, en el País de Gales, y estableció como un hecho comprobado de la prehistoria que hace casi 4.000 años estas gigantescas piedras habían sido transportadas a lo largo de más de 300 km desde Gales occidental hasta la llanura de Salisbury. También se utilizó otro tipo de piedra en la construcción: las rocas de arenisca llamadas sarsen, extraídas en la misma región de Salisbury.
   En base a los datos proporcionados por las excavaciones realizadas hasta el momento, la edición de 1978 de la Enciclopedia Británica publicaba una cronología dividida en tres periodos principales de construcción (Stonehenge I, II y III), el último de los cuales puede dividirse en tres fases (Stonehenge IIIa, IIIb y IIIc).
    Stonehenge I (construido en el Neolítico final, hacia 1800 a C) incluía una extructura externa circular compuesta por un terraplén y un foso, una sucesión circular de 56 pozos junto a la pared interior del terraplén (llamados Agujeros Aubrey, por el nombre de su descubridor) y la piedra Heel (= Tacón), un gran bloque monolítico de arenisca de 35 toneladas que se yergue en medio de una vía o calzada que parte de una abertura del terraplén circular situada al noroeste.
Stonehemge   En Stonehenge II (siglo XVII a C) la vía fue conectada con el río Avon (a unos 3 km al este). Al mismo tiempo, se transportaron monolitos de roca ígnea (los llamados bluestones) desde el País de Gales, que fueron erigidos en el centro del sitio para formar dos círculos concéntricos. La entrada a este recinto de rocas estaba orientada hacia el punto de la salida del sol en el solsticio de verano. El doble círculo nunca fue completado y fue parcialmente desmantelado en épocas posteriores.
   En el periodo Stonehenge IIIa (poco después de 1600 a C), el monumento fue remodelado. Grandes bloques de arenisca fueron trasladados desde las lomas Marlborough, a 32 km al norte, y fueron erigidos configurando un círculo de 30 menhires, coronados por un anillo continuo de dinteles de piedra a modo de entablamento. El círculo enclaustraba una instalación en forma de herradura de cinco trilitos, cada uno de los cuales se compone de un par de grandes monolitos verticales sosteniendo un dintel de piedra (foto04).
   Esta estructura es única entre los monumentos megalíticos de Europa. Sus bloques de piedra, de hasta 10 m de alto y 50 toneladas de peso, son de tamaño excepcional. Sus caras visibles fueron pulimentadas, y los dinteles y trilitos fueron cuidadosamente tallados para su perfecto ensamblaje en la estructura general. Estos refinamientos remiten a posibles influencias de la cultura griega micénica y de la Creta minoica, conexión cuya hipótesis es apoyada por determinadas pruebas arqueológicas: por ejemplo, se han encontrado en Wessex piezas de collares, concretamente cordones espaciadores de cuentas de ámbar, idénticas a las halladas en las tumbas de Micenas.
   En la fase Stonehenge IIIb, que probablemente siguió inmediatamente a la anterior, unos 20 monolitos de Stonehenge II fueron recolocados en una formación de planta ovalada. En el último periodo constructivo, Stonehenge IIIc, que parece llegó a su conclusión antes de 1400 a C, la anterior disposición oval fue desmantelada, y sus monolitos fueron reinstalados para formar las estructuras circular y de herradura que actualmente se pueden ver en pie.
Stonehemge   Las excavaciones arqueológicas continúan en la actualidad, incluyendo los sitios satélite relacionados, que permiten interpretar los monumentos en un contexto más amplio. Los nuevos datos que han salido a la luz han puesto en cuestión la anterior cronología, y han remontado los comienzos de construcción de Stonehenge a fechas mucho más lejanas en el tiempo: se habla de 3100 a C.
   Es comúnmente aceptado que Stonehenge fue construido como un lugar de culto, pero el tipo de religión que allí se practicaba todavía es objeto de conjeturas. Estudios antropológicos aventuran la hipótesis de que este tipo de santuarios prehistóricos circulares tendrían sus precedentes en los fuegos de campamento en torno a los cuales se congregaban los miembros de las comunidades primitivas para participar en ritos tribales. Su disposición arquitectónica permitía acoger amplias audiencias para asistir a las ceremonias, y eran así utilizados como lugares de asambleas donde una casta sacerdotal invocaría la comunicación con fuerzas sobrenaturales.
   En los años 60 del siglo XX, Gerald Hawkins, profesor de Astronomía de la Universidad de Boston, dio un nuevo giro a las investigaciones sobre Stonehenge al proponer que sus monolitos podrían ser utilizados como un centro de observación astral. Usando un ordenador para calcular las posiciones del sol, la luna y las estrellas en 1500 a C, descubrió determinados alineamientos entre ciertas piedras y ciertos puntos del horizonte relacionados con los calendarios solar y lunar, como el de la salida del sol en el solsticio de verano o el punto más septentrional por donde se mete la luna.
   Efectivamente, la precisa orientación hacia el solsticio del eje de simetría de las estructuras pétreas de Stonehenge, y la existencia de otros alineamientos hacia puntos significativos de salidas y puestas del sol y de la luna refuerzan la hipótesis de que Stonehenge era, además de un santuario, una especie de observatorio cósmico donde probablemente se rendiría culto a las divinidades del cielo.
   Las observaciones se hacían alineando visualmente los menhires o los agujeros con la piedra Heel o con algunas de las otras piedras marcadoras y vigilando la aparición del sol o la luna en los puntos del horizonte hacia los que se prolongaban dichas líneas rectas. Los extremos norte y sur de las posiciones del sol en el horizonte –en los solsticios de verano e invierno– eran especialmente registrados. Los círculos de piedra interiores, con sus posiciones marcadas en grupos de 29 y 30, permitían medir los meses lunares (de 29 y 30 días). Para predecir otros eventos astronómicos, como la llegada de los eclipses solares y lunares, se hacían las observaciones desde diferentes puntos de vista, sobre todo desde el círculo de piedras exterior.
   Se han descubierto en Gran Bretaña y en la Bretaña francesa más de 600 estructuras contemporáneas a Stonehenge, de similares características, aunque más sencillas. Se puede deducir que las observaciones astronómicas con el propósito de fijar un calendario eran una práctica extendida en algunos países templados hace tres o cuatro milenios.
   Las técnicas prehistóricas de construcción experimentaron en todo el mundo un desarrollo significativo en el periodo Neolítico. No hay constancia de conocimientos arquitectónicos por parte del hombre del Paleolítico, aparte de algunos restos de refugios de piedra, pero en el Neolítico se erigieron algunas estructuras impresionantes, sobre todo tumbas en forma de dólmenes y túmulos funerarios. Estos enterramientos tienen por lo general sus cámaras internas perfectamente orientadas en la dirección este-oeste, por donde nace y muere el sol. La comarca de Stonehenge alberga la mayor concentración de túmulos funerarios prehistóricos de las islas británicas.
   En septiembre de 2015, un equipo de arqueólogos que trabajan, bajo la dirección de Vince Gaffney, en el proyecto Stonehenge Hidden Landscape ha dado a conocer en la Universidad de Bradford el descubrimiento, a tres kilómetros de Stonehenge, de un círculo de piedras aún mayor que éste, cuyos 90 monolitos de 4,5 m de alto yacen bajo tierra. El lugar ha sido bautizado como Superhenge, y se calcula que precede en 400 años al complejo de Stonehenge.
   En el norte de Europa, donde la revolución neolítica llegó más tarde que al Mediterráneo oriental y duró más tiempo, los grandes monumentos de piedra, de los que Stonehenge es quizá el ejemplo más notable, constituyen un testimonio elocuente de las habilidades constructivas de los humanos de la Edad de Piedra, y de los avanzados conocimientos matemáticos, topográficos y astronómicos que poseían.




Avebury
Avebury

   Avebury es un pequeño y bucólico pueblo del condado de Wiltshire, Inglaterra, a orillas del río Kennet y al pie de las onduladas Lomas de Marlborough.
   El pueblo de Avebury ocupa parcialmente uno de los sitios prehistóricos más extensos (11,5 hectáreas) de Europa, con el círculo de piedras de mayor diámetro del mundo.
   Se trata de una estructura datada en el Neolítico, consistente en un terraplén circular de 425 m de diámetro, 1,3 km de circunferencia y 6 m de altura, cuyas paredes están construidas con bloques cretáceos (gredosos) extraídos de un foso circunscrito en su interior (foto07) de 10 m de profundidad.
   Dentro del anillo que forma el terraplén, un círculo de más de 100 pilares megalíticos de arenisca local (hoy solo quedan en pie 27), cada uno con un peso de más de 50 toneladas (foto11), rodeaba dos círculos adyacentes, casi tangentes, de 150 m de diámetro compuesto cada uno de 30 monolitos verticales, y parte de un tercer círculo más pequeño.
   El círculo interno más pequeño contiene una estructura de piedra en forma de U. También ha sido detectado parte de un círculo al norte, aparentemente demolido para dejar sitio al terraplén circular principal y al foso.
   El gran círculo exterior tenía cuatro entradas, de las que partían otras tantas 'avenidas' hacia los cuatro puntos cardinales. Dos de las avenidas, denominadas Kennet y Beckhampton, tenían cada una dos alineamientos paralelos de menhires.
   La avenida Kennet, una calzada de 2,4 km de longitud y 13 m de ancho, consiste en una alineación de monolitos verticales separados 26 m entre sí e instalados por parejas. Conectaba Avebury con un templo, el llamado Santuario, cuyos escasos restos de madera yacen en la colina Overton, a un kilómetro y medio al sudeste. Se han encontrado enterramientos junto a cuatro de los monolitos de la alineación.
Avebury   La avenida Beckhampton, de 2 km de largo, contenía una alineación de unos 200 menhires, de los que solo queda uno en pie.
   La llamada Silla del Diablo (Devil's Chair) es el más grande de los megalitos que se yerguen en Avebury, situado en el punto en que la avenida Kennet conecta con el gran círculo exterior. Tiene 4,3 m de ancho y 4 m de altura. Un entrante natural en la roca permite tomar cómodamente asiento (foto09). Hasta 1900 persistió en Avebury la tradición de que las chicas del pueblo se sentaran aquí la víspera del Primero de Mayo para formular un deseo. También los niños del pueblo danzaban alrededor de un Poste de Mayo instalado dentro del círculo.
   Los círculos de Avebury y la estructura de madera en la colina Overton fueron construidos probablemente en la misma época por comunidades neolíticas que vivían de la agricultura y la ganadería, uno de cuyos lugares de residencia era atravesado por la avenida Kennet, si bien no se pueden fijar las fechas con mayor precisión. Los abundantes restos de cerámica hallados en el lugar remontan la datación a la primera mitad del tercer milenio antes de Cristo. Lo que la arqueología ha establecido con seguridad es que el santuario estuvo en uso entre 2600 y 1600 a C, muchos siglos antes de la llegada a Gran Bretaña de los romanos, y también antes del advenimiento de la casta sacerdotal céltica conocida como los 'druidas'.
Avebury   A diferencia de Stonehenge, donde hay claras evidencias de que el lugar se usaba como observatorio cósmico, en Avebury no se han detectado alineamientos astronómicos significativos.
   Todavía no existe una explicación satisfactoria sobre el propósito que impulsó a los hombres del Neolítico a construir el inmenso complejo de Avebury, ni del tipo de ritos o ceremonias que allí se celebraban. El arqueólogo británico Michael Dames, en su libro The Avebury Cycle, defiende la teoría de que el complejo "fue creado como un conjunto coherente para escenificar un drama religioso cuya representación duraba un año, con cada edificación ofreciendo por turnos un escenario especial para la celebración de un particular evento del año agrícola, equiparado con el correspondiente evento del ciclo de vida humano".
   A partir del siglo XIV, los cristianos, con la intención de 'desacralizar' lo que consideraban un centro de culto pagano, derribaron sistemáticamente la mayoría de los menhires de Avebury, destrucción que prosiguió en los siglos XVII y XVIII, cuando los monolitos fueron quebrados en fragmentos que fueron utilizados para construir viviendas, sobre todo en el pueblo de Avebury, que se levanta parcialmente sobre el mismo complejo prehistórico (foto08).
   En las proximidades de Avebury existen otros yacimientos prehistóricos que demuestran la intensa actividad constructiva que se dio en la región en el Neolítico. Entre ellos es de destacar por su singularidad la colina de Silbury, un montículo de 40 m de altura que es en realidad un túmulo artificial, el mayor conocido en Europa, realizado con más de 250.000 metros cúbicos de tierra y yeso amontonados. Está datado hacia el 2400 a C, época en la que se estaban construyendo las pirámides de Egipto. Aún se desconoce su función o significado.





Templos de la prehistoria

Bibliografía consultada

- Unesco. El Patrimonio Mundial (Incafo)
- VV.AA. Enciclopaedia Britannica (Enciclopaedia Britannica, Inc, 1978)
- VV.AA. The Atlas of Mysterious Places (Consultant Editor: Jennifer Westwood, Weidenfeld and Nicholson, Londres, 1987)

 

 

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