En su exploración fotográfica de las posibilidades pictóricas del agua y las texturas de la naturaleza, Brandan –en colaboración con María Luisa Savirón Cuartango– navega en estos momentos más allá del impresionismo y el surrealismo para sumergirse de lleno en el ámbito del arte abstracto.
   ¿O deberíamos llamarlo 'arte digital'? Poco importan los términos. Lo que cuenta es la calidad de la propuesta, que a la vista está: un torbellino de sugestivas imágenes, de gran fuerza plástica y sorprendente belleza, cada una de las cuales, en razón a la dinámica intrínseca de las técnicas que la han generado, es nueva, única e irrepetible.
   He aquí un buen ejemplo de los resultados de saber utilizar creativamente las potentes herramientas que pone en nuestras manos la era digital.
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