Cada vez que contemplamos un río lo sentimos. Sentimos que nuestra vida es como ese río, el río que nos lleva lento pero imparable hacia el mar de nuestro destino.
   Las fotografías que Ricardo De Luca exhibe en esta exposición suscitan en nuestro ánimo ese tipo de sensaciones. Sus imágenes del Río Paraná, del Río Salado, del Río Colastiné, con sus dorados atardeceres, además de descubrirnos la belleza del Litoral Argentino, logran transmitirnos su serenidad y nos invitan a la meditación.
   Lo dijo Heráclito: "nadie se sumerge dos veces en el mismo río". Pues sus aguas no se repiten, son siempre otras. Y a la vez el tiempo nos va mutando, a cada segundo que pasa, con su soplo imperceptible.
   Pero por otro lado dijo Borges: "como los mares urden oscuros canjes y el planeta es poroso, también es verdadero afirmar que todo hombre se ha bañado en el Ganges".
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